Felicidad

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Los años habían pasado desde aquella batalla en donde Karin y Naruto, pudieron saber que habían más Uzumaki's. También a causa de aquello, pudieron unirse más y acabaron por estar juntos como ya se veía venir.

-¡Te ves hermosa! -Hinata la elogió haciendo que ella se sonrojara. Dio medía vuelta y vio el gran kimono con el cual estaba vestida. Blanco y detallado con decoración roja. Su cabello estaba bien arreglado, algo que era raro en ella. Estaba ligeramente maquillada y se avergonzó de mirarse.

-Tengo miedo -dijo ella y la Hyuga alzo una ceja.

-Dejame pasar, Ino puerca.
-Hazte a un lado, frente de marquesina

Se escucharon varios bullicios antes de que la puerta se abriera y dejará ver a Sakura e Ino peleándose por entrar primero. Tanto tiempo había pasado pero ellas aún conservaban algo de su rivalidad, lo que las hacia ser ellas. Hinata tosio y ambos se detuvieron mirando a la Uzumaki.

-¡Estas hermosa! -exclamo la rubia emocionada mientras la pelirosa seguía viendola. Bien, las cosas entre ellas se habían solucionado. Sakura se había disculpado con ella y se hicieron grandes amigas.

-Él tiene suerte -mencionó ella y Karin abrió los ojos para luego asentir.

Sakura, después de haber aceptado que sus dos compañeros se querían. También decidió seguir con su vida. Y desde hace un año, sale con un ninja de la aldea de la arena: Makoto Sugowa. Ambos ninjas se habían conocido en una misión que realizaron en conjunto al ser ambos ninjas médicos. Ella estaba feliz, pues no había pensado encontrar el amor en una misión.

Ino, algo que había resultado sorpresivo para todos. Fue la repentina relación de la rubia con Sai, todos quedaron sorprendidos ante aquella relación. Pero no bastaba decir que eran felices, pues la rubia jamás había lucido tan brillante y el pelinegro... bueno, él no lo expresaba mucho.

Hinata, después de aquella batalla. Sasuke comenzó a frecuentarla cada vez más. Ella le daba consejos y entre ambos, mantenían su mente distraída y alejada del dolor de un amor no correspondido. La peliazul también luchó contra su padre, para que aquel matrimonio forzado no se diera. Y después de algunas riñas y disputas, lo logró. Su padre pudo comprender que su hija había encontrado un nuevo amor, y para fortuna de él. Su yerno sería el último Uchiha. Hinata y Sasuke comenzaron a experimentar otros sentimientos y dos años después; por fin comenzaron a salir. Ahora estaban comprometidos y esperando realizar su boda.

Karin,  días después de la batalla. El rubio pudo pedirle que sea su novia. Ambos eran felices y también tuvieron algunos conflictos que supieron arreglar gracias al amor que se tenían. Tiempo después y con gran valor, Naruto pudo proponerle matrimonio. Y hoy, era el gran día;  por fin se unirían para siempre tal como lo quisieron desde que confesaron sus sentimientos.

-¡Naruto-kun! -dijo Lee acercándose al rubio.

-¿Qué pasa? -respondió él tratando de calmarlo.

-¡Felicidades! -Lee apretó su mano y sonrió.

-Aún no me he casado... -dijo con una sonrisa incómoda.

-Eso no importa, Naruto-kun.

-La juventud no espera -hablo Gai-sensei llegando donde los jóvenes al lado de Kakashi.

-¿Qué tal? -saludo este y la gente comenzó a venir de poco a poco, llenando el lugar. Y deseándole lo mejor al rubio.

Aún no lo podía creer, se iba a casar. Iba a casarse con la mejor mujer que pudo encontrar, la única que ocupaba lugar en su corazón. Miró a sus amigos y sonrió, pues él no era el único que la pasaba bien.

Lee, algo que sorprendió a muchos fue su repentina relación con Tenten. Ambos lucían felices juntos y era lo único que importaba. El pelinegro al fin encontró la felicidad y fue, al lado de su compañera.

Kiba, el castaño había conocido a una chica de nombre Lei. Ambos se complementaban a la perfección, pues Lei era igual al castaño.

Shikamaru, como era de esperarse; por fin pudo establecer una relación firme con Temari. A quien no le agradaba mucho la idea, era Kankuro; mientras Gaara se mantenía firme ante la decisión de su hermana.

Suigetsu, el peliblanco no buscaba una pareja. Él comenzó un viaje en busca de las siete espadas como lo quiso desde un principio. Hasta el momento solo tenía a su poder cinco, así que todavía le faltaba un camino largo por recorrer.

Juugo, debido a una misión terminó conociendo a Nayi Hyuga; una chica Hyuga agradable para él. Era tierna y adoraba a los animales tanto como él. Habían tenido una gran conexión y desde aquella misión, están saliendo juntos.

Sasuke, él había entablado una relación con Hinata gracias a Naruto. Pues fue el rubio quien incentivo al azabache para que la invitará a salir.

Naruto, ¿Qué se puede decir? Era felíz con la decisión que había tomado. Su felicidad estaba al lado de Karin, después de tantas batallas; al fin pudo experimentar el amor en su plena y completa, expresión. Ahora iba a unir su vida a ella para siempre y no podía sentirse mejor.

-Naruto.

-Sasuke.

Ambos se miraron en cuanto el azabache apareció en el lugar, habían pasado tantas cosas juntos. Se odiaron, se apreciaron y ahora; ambos aceptaban la amistad que llevaban. Era cierto, que hubo una temporada en la que Sasuke no cruzaba palabra con él e incluso había planeado largarse de Konoha un tiempo,  pero todo se había solucionado gracias al repentino interés del Uchiha por la Hyuga.

El azabache paso de largo y el rubio sonrió, jamás entendería la manera de comportarse de él. Miró a todos sus amigos y lo comprendió, después de tanto dolor... él había encontrado su felicidad. Ahora se casaría con la mujer a la cual amaba y juntos, formarían una familia. Así como tanto él lo había soñado.

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