Familia

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-¿Naruto? -el rubio alzo la cabeza y miro a su esposa.

-Karin-chan -sonrió él y la acerco, para poder abrazarla. La pelirroja sonrió y correspondió su abrazo.

-Lord Kakashi nos esta esperando -le dijo, el rubio se alejo. Hizo una mueca y tomo la mano de ella.

-Bien...

-Una cosa más -Karin podía sentir algo extraño en él.

-¿Qué? -pregunto él.

-Sasuke también esta ahí -Naruto no contestó y comenzó a caminar a la sala, no le molestaba la presencia del azabache. Creía que era lo más conveniente.

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-Pakkun me dijo que te encontraste con alguien, ¿Quién era? -preguntó el peliblanco una vez, que todos estaban sentados en medio de la sala. Kakashi, Sasuke y Karin miraron al rubio.

-Era Shitou Uzumaki -respondió Naruto, el azabache sintió una extraña sensación.

-¿Dónde lo has encontrado? -pregunto, el rubio lo miró.

-A unos cuantos kilómetros cerca de Konoha - respondió- eso no es todo... él tiene un hijo -la sala quedo en silencio, el tema de los Uzumaki siempre había sido algo delicado. Se los habría buscado pero sin ningún éxito en estos casi 5 años que habían pasado de la batalla de los Uzumaki's.

-Mmm... -Kakashi suspiro- ¿Crees que tengan intenciones de atacarlos? -pregunto él.

-Shitou ha dicho que no, pero me parece extraño que este merodeando por Konoha.

-Según los últimos reportes, ellos se habían vueltos nómadas y la última vez que se le vio a alguno; fue a Tadashi Uzumaki cerca de la aldea de la  cascada hace dos años -la sala volvió a quedar en silencio.

Sasuke apretó el puño, él aún tenía algo pendiente con aquel Uzumaki. Había descubierto que fue compañero de Itachi. Su hermano aún le escondía varios secretos. Y claro, quería una revancha. Poder destrozarlo por sí mismo.

-Mandare a un grupo Anbu para poder rastrearlos, de todas formas; no los veo como un peligro -Kakashi se levantó, los demás lo imitaron.

-Investigare por mi cuenta -mencionó Sasuke, el peliblanco suspiro. Sabía que el azabache haría lo que quisiera, con su aprobación o sin ella.

-Esta bien -respondió él.

Ninguno dijo otra palabra, la charla se dio por acabada y los últimos invitados se marcharon del lugar.





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-¿Karin? - Naruto la llamo, ambos estaban recostados en la cama. La pelirroja parpadeo un par de veces y le miró. Estaba muy distraída.

-¿Pasa algo? -pregunto ella, el rubio alzo una ceja.

-Es lo que te pregunto. ¿Te encuentras bien? -Karin se sorprendió ante sus palabras y negó lentamente.

-No puedo dejar de pensar en ellos, tengo miedo de que Seichi siga con su meta de rehacer el clan -Naruto se sintió incómodo.

-Karin-chan -puso una de sus manos sobre la mejilla de ella y la obligó a mirarlo- Nunca nadie te alejará de mí, otra vez. Ni a ti, ni a Umi -dijo él serio, la pelirroja se conmovió. Las palabras sobraron, ambos juntaron sus labios.

A la pelirroja le aterraba la idea de pensar en Seichi y su loco plan. Habían pasado tantos años, ella ahora tenía una hija. No soportaría que alguien quisiera arrebatarle todo lo que tenía, una vez más. Perdió a su madre, tan solo siendo una niña, no quería perder nada más. Y aunque le costará la vida, no dejaría que nadie más le arrebatara lo que amaba.

-Te amo -mencionó ella, una vez que se separaron, Naruto sonrió.

-También te amo -respondió él, la pelirroja se recostó en el pecho de él. Naruto la abrazo y la acerco más a él.

El rubio no dejaría que Seichi vuelva a alejar a Karin de él. Era cierto, en todo este tiempo no hubo rastros del chico o los otros Uzumaki's; pero si descubría que el pelirrojo planeaba algo, no dudaría en matarlo.

Ahora tenía a Umi, protegería a sus dos pelirrojas a cualquier costo.

Porque ahora, tenía lo que tanto había anhelado: una familia.




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