"Lo tengo todo"

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Una semana había pasado desde todo lo ocurrido. Naruto volvió al bosque, donde se encontró con los Uzumakis, pero no se encontró con ellos. Ni una sola vez. La pista nueva que había encontrado de su clan, se perdió nuevamente. El rubio solamente quería ayudarlos. Después de todo, cargaban con el mismo apellido. Por más que se esforzó, no encontró ninguna otra pista.

-¡Papi! -la voz de su pequeña hija, resonó en cuanto, el rubio, abrió la puerta. Umi comenzó a correr a los brazos de su padre, este le recibió contento.

-¿Y tu madre?

-En su cuarto -respondió ella, Naruto comenzó a caminar hacía la habitación; que compartían ambos.

-¿Qué hiciste toda la mañana? -preguntó el rubio. La pelirroja, recostó su cabeza en el hombro de él.

-Tío Suigetsu me compró... un nuevo peluche -contestó ella y bostezo. Naruto alzo una ceja, lucía agotada.

-Dejame adivinar, ¿Jugaron toda la mañana? -ella asintió. Era algo común, el peliblanco se llevaba muy bien con Umi. Lo que era irónico, ya que con Karin seguía peleando.

No le dijo nada más. El rubio entró en la habitación y vió a Karin, sentada en la cama que compartían. Ambos de miraron, había algo raro en ella.

-¿Estás bien? - preguntó él. Ella asintió. Naruto fue a sentarse a su lado, Umi se removió y los miro.
La joven pareja dirigió su atención a la pequeña, Umi bostezo. -Lo mejor será llevarte a la cama - mencionó el rubio, la pelirroja rápidamente negó.

-No papi, quiero mostrarte a Nedi -dijo y brinco del regazo de Naruto. Él supuso que Nedi, era el nombre de su peluche nuevo. Umi salió corriendo de la habitación de sus padres.

-Es muy enérgica -Karin habló. Naruto asintió.

-Lo es, igual a su padre -hablo él, orgulloso. Karin sonrió.

-Naruto...

-Dime -él la miro, su tono de voz había cambiado. Definitivamente, algo le ocurría.

-Necesito decirte algo - ambos se miraron, Naruto se preocupó.

-¿Tienes algo? -se podía notar la preocupación en su voz. La pelirroja asintió.

-Naruto, yo... bueno, he ido al hospital porque no me he sentido bien estos días -el rubio la escuchaba atentamente, su preocupación aumentó al escuchar la palabra "hospital". Él decidió no decir nada hasta que su esposa, terminara de hablar - Naruto... -repitió su nombre- estoy embarazada -finalizó. El ojiazul abrió los ojos, ¿Había escuchado bien?

No dijo nada, Karin se alarmó. Ella iba a hablarle pero el rubio la envolvió en sus brazos.

-¡Qué alegría! -dijo contento mientras la abrazaba. La noticia le había tomado desprevenido, pero le alegraba mucho. La pelirroja sonrió.

-¿Papi? -una voz sonó, Umi estaba parada en el umbral de la puerta con su peluche en mano. Ambos le miraron, la pequeña no comprendía lo que pasaba.

-Umi, vas a ser hermana mayor -le dijo el rubio, su hija abrazo su peluche. Un pequeño brillo se mostró en sus ojos, parecía nerviosa.

Naruto, de pronto, recordó el anhelo de tener un hermanito menor para Umi. Observo a ambas pelirrojas, sonrió. Aún no podía creer que las tenía, él era completamente feliz.

- ¿Será niña? -pregunto la pequeña acercándose a sus padres. Karin sonrió.

-No lo sabemos aún, debemos esperar -respondió la Uzumaki, su pequeña hija hizo un puchero.

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