XV

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Mordí mi labio ansiosa, me quitó el vestido y las zapatillas, luego de manosear un poco todos los sitios posibles, desabrochó el sostén y lo bajó hasta mis caderas, miré a otro lado sintiendo como mi piel se erizaba.

- Umngh, hermosa... -dejé mi cuerpo caer sobre el sofá con una ligera mueca dudosa.

- M-Mike, e-el sofá es blanco ¿N-No se ensuciará? –este sonrió ladino abriendo la tapa verde del sirope.

- Tienes razón, el de mi oficina tiene unas pequeñas manchas de sangre de tu primera vez... -abrí mis ojos y mis mejillas se tiñeron de rojo.

- ¿¡Ah!? – este sonrió levemente y besó mi frente acercando el sirope a mis pechos.

- No te preocupes... -jadeé mirando como apretaba el envase y de este caía el delicioso dulce de cacao, dejando un camino en círculos sobre mis dos senos.

- U-Unmg... M-Mike... -este sonrió acercando su rostro al revoltijo que hizo.

- Tranquila, tu también comerás... -entreabrí mis labios disfrutando la sensación de su tibia lengua recorrer mi piel, erizándola.

- Ummhg... -gemí al sentir como succionaba cada rastro del dulce.

- Mmmhg... -soltó un sonido gutural de deleite que me revolvió el alma. Ahogué un chillido cuando jaló juguetonamente entre sus dientes uno de mis pezones. - Uh, están duros... -miré a otro lado avergonzada.

- M-Mike, d-date prisa... - soltó una ligera risa ronca.

- Oh, no, nena, esto lo voy a disfrutar... -suspiré cubriendo mi rostro de la vergüenza.

Por largos minutos en los que solo oía succionar mi piel, tal vez dejar chupetones y reírse burlón de mi reacción, terminó quitándose de encima.

- Listo nena... -miré la zona y efectivamente tenía unos que otros chupetones, jadeé sentándome frente a él.

- T-Tonto... -este volvió a reír mientras se quitaba la camisa que traía, por cierto, se ajustaba exquisitamente a su grueso torso.

Me mordí el labio bajando mis ojos hasta el ansioso bulto de sus pantalones negros.

- Puedes comenzar muñeca, tú eliges... - tomé el envase sintiéndome ¿Dios, tal vez? No sé, pero tener total control de este dios griego me está emocionando demasiado. Ladeé mi rostro a ver donde podía comenzar pero...

Esos abdominales me llamaban... Mi mano se movió ligeramente temblorosa hasta su abdomen, ladeé el envase dejando salir su contenido trazando un grueso camino hasta casi llegar a su ombligo.

- Uhg... -lo miré ante ese sonido ronco. – Adelante. –mordí mi labio acercándome al chocolate y dedicándome a lamer un poco.

¿Desde cuándo esto es tan dulce?

Junté mis labios contra su piel, succionando levemente, no buscaba dejar marca, simplemente retirar el chocolate, mientras acariciaba con mi lengua el leve vello de la zona.

Terminé de retirar el chocolate rápidamente, y estaba atenta a sus reacciones, siempre dejaba de respirar cuando besaba su piel y exhalaba sutilmente cuando lamía...

Oh, estoy tentada...

Quiero una banana con sirope de chocolate.

Mis manos bajaron ansiosas a la pretina de su pantalón, donde estaba su correa.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now