XXIII

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Ahora sí, vayamos a cosas más serias...

Levi P.O.V

Me detuve frente a mi casa, mirando a _tn de reojo para luego suspirar. Esta niña siempre hay que cuidarla.

Ahora, dormida en el asiento de mi auto...

Tan... Linda...

- Tonta... -me mordí el labio, realmente no quiero despertarla, pero me será más fácil llevarla cargada una vez estemos dentro. - _tn... -suspiré una vez más antes de tocar su mejilla con dos de mis dedos. – Oye, se te sale la baba... -jalé su nariz y esta frunció el ceño.

- Nnghm... -abrió los ojos a duras penas y me miró. - ¿Hah? –me miró mal. - ¿Dónde estamos? –su balbuceo me indica que sigue ebria.

- En mi casa, borracha. –esta tenía una mueca de confusión y no pude evitar soltar una risita. Me bajé de mi camioneta y rodeé hasta su asiento para ayudar a bajarla, pero cuando abrí la puerta se estaba acomodando para dormir de nuevo. – Oye, no te duermas –suspiré al ver que me ignoró.

- No parece tu casa. –balbuceó sin mirarme, enarqué una ceja.

- Pero sí ni la has visto, venga, bájate. –hizo morritos. - _tn... -miré el cielo estrellado. – ¿Sí te bajo te pones de pie? –esta miró a otro lado antes de asentir. –Venga, ven... -acaricié la piel desnuda de sus piernas antes de agarrarla bien, la levanté en brazos y no pude evitar soltar un leve gemido, esta niña pesa lo suyo.

Una vez la bajé de la camioneta esta cumplió y se puso de pie tambaleando levemente.

- ¡Ah! ¡Qué frío! –exclamó al viento y la miré frunciendo el ceño.

- Niña cállate que son las once de la noche -se tambaleó a un lado antes de mirarme.

- ¿A dónde me trajiste tan tarde entonces? –rodé los ojos cerrando la puerta antes de mirarla.

- A lo mejor te das cuenta cuando entres, venga. –me miró desconfiando. – Ah, joder... -abrí la puerta y me acerqué a ella. – Ven. –esta negó.

- No, no sé a dónde me trajiste Levi... - dio un paso atrás y de un fallo en su pisada combinado con el tacón se cayó sentada soltando un chillido. Suspiré arrodillándome a su lado.

- ¿Ahora quieres entrar? –me miró como niña pequeña a punto de llorar.

- L-Llévame... -sonreí levemente levantándola de nuevo en brazos.

- Te ensuciaste toda. –se acurrucó en mi pecho cerrando sus ojos.

- Cállate... -se puso de pie una vez estaba dentro observando el sitio. - ¿Esta es tu casa? –tambaleando un poco tocó las paredes y se detuvo frente a una vidriera con copas. - ¿Es nueva? –reí suavemente cerrando la puerta y girándome a ella.

- Vamos a que te acuestes, no quiero que te molestes por una tontería y te pongas a pelear conmigo. –me miró confundida y tardó un par de segundos en responderme.

- ¿Qué coño me dijiste? –reí una vez más agarrándola de los brazos para conducirla a mi cuarto.

- Que vayas a dormir. –esta caminó con dificultad pero seguía con su ceño fruncido.

- ¿Cuándo te compraste la casa? Ah... -se detuvo y me detuve chocando suavemente contra ella.

- ¿Qué te... -respiraba arrítmicamente y enarqué una ceja.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now