XVIII

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 Miré mi ropa una vez más, enrollé hacia arriba la parte de abajo del pantalón hasta que estaba ajustado. Sonreí mirándome en el espejo, la camisa que llevo es muy linda, sin mangas y con tiras cruzadas de lado a lado donde va el escote, es azul marino con estampado floral, está de moda y se ve bien ¿Qué se le hace? Cogí un suéter de lana y un gorrito por el creciente frío, para mañana se pronostican nevadas.

Sonreí emocionada, excusas gratis para tomar mucho chocolate caliente.

Guardé en un envase un buen pedazo del cheesecake para darle a Mike.

Brrr, brrr...

Agarré mi móvil y atendí.

- _tn, estoy abajo y hace frío... ¿No podemos calentarnos un rato los dos en tu piso? –me reí coqueta agarrando mis llaves.

- ¿Por qué no mejor en tu auto? –oí una exhalación placentera.

- Me gusta como piensas preciosa... -me reí una vez más antes de colgarle y corretear entre saltitos hasta abajo.

Salí de mi edificio sonriéndole a Mike el cual me abrazó por la cintura apretándome contra él sin dejar de mirar mi boca.

- Te vez hermosa... -besó suavemente la comisura de mis labios, tiré mi cabeza hacia atrás riendo suavemente.

- Y tú muy guapo... -no pude evitar devolverle el cumplido, y es verdad, tenía una cazadora verde bosque y una camisa de cuello en V deleitándome con una sensual vista de su pecho, ni hablar de sus jeans negros ajustados.

- ¿Qué es eso? –señaló el envase en mis manos que había olvidado completamente cuando vi sus ojos.

- Ah, es para ti, hice un cheesecake ayer con Hanji y te guardé un poco. –se lo tendí con una sonrisita nerviosa y este entreabrió sus labios.

- Qué linda eres, debe estar delicioso... -besó mi nariz y sonreí ante el contraste de sensaciones, sus labios cálidos y mi nariz helada. - ¿Te parece disfrutar este hermoso día caminando por un parque? –sonreí emocionada.

- Por supuesto. –nos subimos a su auto y comenzó a manejar.

- Uff, que frio hace... -comenté mirando el cielo gris azulado sin ningún rayo del cálido sol, que a veces se le echa de menos.

- Sí, es perfecto para estar solos frente a una chimenea... ¿No crees? –bajé mi rostro ahogando una risita tonta.

- Sí, no suena tan mal... Aunque la chimenea no sea lo único que caliente en esa situación... -miré la sonrisa ladina de Mike.

- Ohh, nena... -su mano libre se posó en mi pierna acariciándola un poco. – Solía venir a este parque muy seguido en estas fechas... -efectivamente, se detuvo frente a un espacio verde enorme, habían bancos y fuentes con un camino un poco estrecho hacia unos árboles de tonos verdes, amarillentos y pude detallar uno rosa, todos ellos dejaban caer pétalos de sus hojas como si fueran las frágiles florecillas de un diente de león con el viento veraniego.

- Oww, es muy lindo, mira esos árboles... -lo admiré tal vez como muy niña chica, provocando una risa ronca en Mike.

- Vamos a verlos de cerca. –le sonreí bajándome del auto y respirando hondo el frío ambiente, es delicioso. Mordí mi labio cerrando dos botones de mi suéter de lana, maldigo no haber traído una bufanda.

Una vez Mike estaba a mi lado me rodeó los hombros con su brazo estrechándome contra su cuerpo.

- Luego de ese camino de árboles hay unos columpios... ¿Quieres ir a ver? –asentí enérgica.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now