XXVII

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Mis labios se entreabrieron y el frío de mi cuerpo desapareció, en realidad, todas mis preocupaciones desaparecieron y me centré sola y únicamente en mi mejor amigo...

- ¿Qué... Yo... ¿Era esa chica? –este asintió ahora mirando el suelo. - ¿P-Por qué... ¿Por qué no me lo... dijiste antes? –tenía una sensación de remordimiento extraña clavada en mi pecho, me siento culpable de todo.

- Cuando pensaba decírtelo... Apareció el tipo ese. –mis ojos buscaron los suyos pero él los apartaba con recelo.

- Oh, Levi. –miré el suelo consternada. – Y-Yo... -me mordí el labio intenté acercarme pero este retrocedió un paso.

- Olvídalo. –se dio media vuelta y se encaminó a la salida dejándome ahí sola, totalmente afligida y abatida...

Con dos simples palabras.

''Te amo''

Ay dios, que ciega soy...

¿Desde cuanto tiempo?

Ay, dios mío, Levi...

Me mordí el labio una vez más.

- Disculpe señorita ¿Se encuentra bien? –di un pequeño salto observando a un hombre con una bata blanca y lentes.

- A-Ah, sí, estoy bien, c-con permiso. –salí del hospital, obviamente Levi ya no estaba por ningún lado. Solté un largo suspiro antes de subir a mi auto y pegar la cara contra el volante.

Agarré mi móvil.

** Hanji... Te necesito**

Pasaron unos largos minutos antes de obtener una respuesta.

** ¿Qué sucede chica? **

** Veámonos**

** ¿Ya? **

** Es importante **

** Claro. Voy a tu casa o...? **

** ¿Puedo ir a la tuya? **

** Por supuesto, te espero. **

Encendí mi auto y al cabo de un rato llegué a su casa.

Apenas me abrió la puerta salté a sus brazos.

- ¿Q-Qué sucedió? –miré el suelo. - ¿S-Sabes qué? Entremos que hace un frío del culo. –me jaló y nos sentamos en su sofá. – Aja, cuéntame ¿Qué haces a las tres de la mañana por ahí? –me mordí el labio.

- E-Estaba con Levi. –esta se quedó quieta mirándome fijamente y escuchando atenta. – Y... Lo acompañé a una de sus guardias... -asintió lentamente. –Y... Todo iba bien... -esta enarcó una ceja. – H-Hasta que... Antes de irnos... L-Le pregunté q-qué pensaba de mí y... Entre varias respuestas, me miró fijamente y me dijo que... Me amaba. –Hanji abrió la boca.

- E-Ese... Enano. –miró a otro lado antes de mirarme. - ¿Y qué dijiste? –fruncí el ceño.

- E-Es que te juro no supe reaccionar... -miré mis manos. – Yo... -puse mis labios en línea recta, realmente no sé como sentirme, estoy confundida más que todo.

Por un lado, amo a Mike.

Pero... Levi es...

Hanji suspiró levantándose.

- Necesitas pensarlo bien, niña. –la miré. - ¿Por qué mejor no dormimos y mañana lo piensas bien? La fatiga decisional puede jugársela en tu contra. –asentí siguiéndola a su habitación.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now