Office Game (Mike Zacharius)

XXXIV

- ¿Qué... Sucede? –jadeó levemente. - ¿_tn?-Hanji se levantó y Levi me ayudó a ponerme de pie.

- Estaba llorando y algo exasperada por lo que decidimos venir a ver que le ocurría... -aclaró Hanji limpiamente mirando la reacción de Mike que se mostraba consternado.

- Oh, nena. –miró a Hanji. – Yo la dejé sola un par de minutos para comprarle el almuerzo porque no quería comer por lo de su gata. –lo miré entreabriendo mis labios.

Bueno... Está bien así, lo que menos quiero es una escena en este momento.

- Estaba triste y apagada pero no tanto así... -terminó confesar a su favor mirándome atentamente con una inocencia casi natural.

- E-Estoy bien ya... -mascullé bajando mi rostro, aún con Levi rodeando mi cintura con su brazo.

- ¿Estás segura? –cómo sí supiera que algo no encaja aquí, me miraba fijamente esperando una palabra clave que desate el caos.

Pero de mí no saldrá.

Necesito despejarme o juro que me desmayaré de la presión.

- Sí Levi, te lo había dicho ya... S-Sólo estoy algo... Estresada. –le sonreí levemente y se nota por su cara que no coló, pero el ambiente es tan tenso que me cuesta respirar y realmente necesito descansar.

- Ya... Veo... -miró de soslayo a Mike antes de volver a mirarme. – Cuídate. –asentí con lentitud.

- Bueno, chamaca, nos llamas cualquier cosa ¿Va? –palmeó mi cabeza. – Nos vemos mañana. –me sonrió levemente y se retiraron a paso algo rápido. Mike cerró la puerta mirándome de inmediato, con sus ojos ámbar en estado neutro.

No sé sí le dará una ataque de celos o estará normal... No sé...Ya no sé nada, me siento muy cansada.

- Ponte a comer cariño, no tienes muy buena cara. –se acercó colocando una de sus grandes manos en mi hombro para encaminarme con suavidad a la silla del escritorio para sentarme y tenderme una bolsa de papel marrón. – Te traje tu favorito. – lo tomé algo ida colocándolo en mi escritorio.

- Gracias... Mike... -agradecí mientras restregaba mi rostro tratando de enfocarme en aunque sea comer. El olor del pollo sobresale de la bolsa y me hace sentir otra cosa aparte del agotamiento que llevo en mi cuerpo.

- Te dejo para que comas entonces... -sonrió levemente acercándose un poco para plantar un beso en mi frente.

Cerré mis ojos disfrutando su aroma y cálido tacto.

- Sabes que... No quiero problemas... Tú eres mía... -susurró haciendo que abra mis ojos levemente consternada.

Lo miré pero no encontré sus ojos, solo se retiró de la oficina dejándome en completa soledad.

¿Qué tipo de significado conoce él de propiedad?

Decidí respirar hondo y ponerme a comer algo, rompiéndome la cabeza no lograré mucho, ya luego del trabajo hablaré con él seriamente.

Total... Me mudé con alguien que no conocía en lo absoluto.

Estoy loca y no lo sabía...

Comí sin disfrutar mucho la comida. Limpié mi boca y tiré todo a la basura a mi lado.

- Oye _tn... ¡Uhg! –Alma cubrió su nariz, la miré neutral.

- ¿Sí? –esta se abanicó con un catálogo que traía en manos.