Office Game (Mike Zacharius)

XVII

- A-Ah, H-Hanji d-deten... -cerré mis labios una vez estábamos frente a la mesa de los chicos. Ambos nos miraron atentamente, Erwin con una sonrisa cálida y Mike neutral, ay dios mío, está enfadado seguramente...

- ¡Hola! Que casual encontrarlos aquí. –miré a Hanji de reojo. Mike me trajo, sabía la dirección y que estaría aquí. Puse mis labios en línea recta mirando fugazmente sus ojos crispantes

- Hola chicas, ¿Cómo están? –saludó Erwin cortés, como es usual, pero yo solo me encogía ante el silencio de Mike.

- ¿Por qué no se sientan con nosotros? –mis labios se entreabrieron ante la invitación de Mike. – Solo un rato, para charlar. –Hanji accedió con una sonrisa tirándose al lado de Erwin el cual la miró con pequeñas risitas, mi vista se detuvo en Mike y su seria mirada que me dedicó sola y únicamente a mí. Suspiré suavemente sentándome a su lado, me rodeó los hombros con su brazo y me dio un pequeño beso en la mejilla.

- No me habías dicho que también estaría otra persona... -susurró con voz ronca en mi oído erizando mi piel.

- Y-Yo... -mi voz se cortó y bajé mi rostro escondiéndome en mi cabello mientras jugaba con mis dedos. – N-No es...

- Awww, que linduras... -comentó Hanji recargándose de sus brazos. - ¿Para cuándo me dan sobrinitos? –mi rojizo rostro se alzó a mirarla reclamante.

- S-Sí vuelves a decir una tontería de esas te quedas sin nada –gruñí y luego inflé mis mejillas volviendo a bajar mi rostro. Mike rió suavemente pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

- ¿Por qué estás tan tensa amor? –besó mi mejilla una vez más mientras con la mano que me rodeaba, acariciaba en círculos la piel desnuda de mi hombro izquierdo.

- Yo también seré el padrino ¿Verdad? –miré a Erwin el cual sonreía cálidamente mirándonos a ambos.

- Por supuesto, bro ¿Sí no eres tú quién más? –ambos rieron y yo miré a Mike un par de segundos, y me encontré con sus ojos ámbar, se acercó a mi rostro rozando su nariz por mi mejilla hasta volver a acercarse a mi oreja. – Luego hablaré contigo... -sentí una punzada en mi pecho pasando por alto el coqueto sonido de un pequeño beso que dejó en mi pómulo antes de volver a ponerse recto.

- Creo que debemos irnos, ustedes dos son los que vinieron a comer. –Hanji se levantó y la imité cuando Mike me soltó.

- Bueno, eso es cierto, quería hablar una cosa con Mike. –respondió Erwin algo apenado. – Sin embargo, podemos quedar para otro día ¿Les parece? –Hanji ladeó su rostro.

- ¿Cómo? ¿Cómo una cita doble? –Erwin sonrió y Mike se cruzó de brazos.

- No suena nada mal... -comentó Mike antes de mirarme. – Cariño, te llamo en la noche ¿Vale? -tomó mi mano plantando un dulce beso, jadeé nerviosa por sus acciones y el probable interrogatorio que se viene.

- V-Vale... -dejé eso de lado, me incliné y retiré el cabello de su frente dejando un pequeño beso. Me separé sonriéndole levemente. – Nos vemos. –este asintió ladeando una sonrisita.

Me aferré al brazo de Hanji mientras salíamos del establecimiento.

- ¿Qué pasa que no tenías tan buena cara cuando viste al gigantón? –mordí mi labio.

- N-Nada Hanji ¿Por qué lo preguntas? –sonreí levemente y esta enarcó una ceja.

- Hmmm... Claro... -suspiré suavemente.