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La semana pasó tranquilamente, ya era el gran día de la cita doble.

Mike llegó a mi casa mientras yo terminaba de arreglarme.

Me tomé la libertad de elegir con Hanji el vestido que usaría la otra, esta me entregó una bolsa negra al igual que yo a ella, las cuales no abriríamos hasta el día de la cena. Yo no tuve problema alguno, amo las elecciones de Hanji, siempre acierta.

Me eligió un vestido ajustado blanco sin mangas y de toques dorados en la falda. Y yo a ella le di un lindo vestido azul rey de cintura alta, hombros descubiertos amplia falda hasta las rodillas, con estampado de grandes flores blancas que lo recorren completamente. Es cierto que ella no es fan de usar faldas, ni nada que tenga que ver con mostrar sus piernas, graso error, tiene unas piernas hermosas que realmente espero que muestre con este vestido.

- Mi amor, estás hermosa... -me miré una vez más en el espejo, labios rojos, algo de delineador y un tocado semi recogido.

- Sí... Eso... Creo... -fruncí el ceño no muy convencida.

Mike se puso detrás de mí poniendo sus grandes manos en mis hombros.

- Yo creo que te vez bellísima. – besó mi mejilla mirándome a los ojos. – Muchos hombres te mirarán... -negué con la cabeza.

- Pero solo me importa que tú lo hagas... -me giré jugando con el botón suelto de su camisa debajo de su saco gris plomo. – Así que deja tus celos de lado. –este suspiró suavemente.

- Está bien. –tomó mi mano. - ¿Nos vamos? –asentí con una sonrisita. – Les avisaré que ya vamos saliendo. –negué con la cabeza.

- Deja lo hago yo, tengo que hablar con Hanji. –este asintió caminando a la puerta.

** Ya vamos saliendo, espero y aspiro verte con el vestido, mira que me esforcé por encontrarte uno que sé que se te verá más que perfecto.

Nos vemos**

Guardé mi móvil en el monedero que traía en las manos, Mike me sonrió dulcemente una vez estábamos dentro del ascensor.

- ¿Te molestas conmigo sí te beso en este momento? –asentí seriamente.

- Tú viste lo que me tardo maquillándome. –este rió suavemente recargando su frente en mi hombro.

- Mmm... El postre eres tú ¿Verdad? –sonreí atontada.

- Sólo sí tú eres el mío... -este me miró sonriendo ladino.

- Todo tuyo... -ahogué una pequeña carcajada tontorrona, lo miré acariciando su mejilla para dejarle un pequeño beso en la nariz. – Hueles delicioso. –negué con la cabeza mirando al frente cuando se abrieron las puertas.

- Tú también, hueles rico. –sentí su mano rodearme los brazos posándose en mi cintura.

Mi teléfono vibró y miré la pantalla rápidamente.

** Estamos en camino también...

Erwin dijo que el vestido era hermoso. **

Torcí los labios.

** ¿Solamente el vestido? **

Esperé más o menos por la respuesta.

** No solamente... **

Sonreí emocionada antes de subirme al auto de Mike.

- Ya van en camino. –dije una vez este se subió en su asiento.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now