XXXII

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— Maldita sea... -gruñó mirando con detenimiento las zonas moradas de mis brazos. Rápidamente me coloqué el suéter como estaba.

— L-Levi...

— Ándate a la mierda sí lo vas a defender _tn... - bajé mi rostro. – No puedo creerlo ¿Cómo puedes dejar que te haga eso? –jadeé.

— P-Pero él...

— ¿Él qué? ¿Él qué _tn? ¿Se disculpa y ya está? ¿O qué hace para que le perdones esto? –mordí mi labio.

— Levi por favor...

— ¿_tn, qué mierda te pasa por la cabeza cuando le perdonas algo como eso? – me encogí sintiendo ganas de llorar. - ¿Qué estás esperando que suceda? ¿Huh?

— ¡Ya para! –cubrí mi rostro evitando que me viera tan vulnerable, pero creo que fue en vano. – D-Detente, por favor... -oí un pesado suspiro por parte suya antes de que me estrechara entre sus brazos.

— ¿Qué sucede _tn? ¿Te obliga a estar con él?–preguntó ya más calmado y yo muerdo mi labio negando con la cabeza.

— N-No es eso, Yo... Yo sé que esto está mal y-y yo ya se lo dije, él... Él simplemente... N-No lo sé, fue tan bueno estos meses que... Me dejé llevar y... No sé... No me siento capaz de... -dejé de hablar porque todo se atoraba en mi garganta. Levi suspiró.

— ¿Lo amas? –sentí el leve titubeo en su voz que me punzó en el pecho.

— S-Sí...

— Ya veo... -se separó para alzar levemente mi rostro y secar mis lagrimas. – Prométeme que pensarás bien las cosas, no te dejes llevar tanto por lo que sientes... Sí ves que se pasa avísame, yo te ayudo en lo que sea. –asentí.

— G-Gracias Levi... -besé su mejilla con dulzura y este suspiró levemente.

— Busquemos a la cuatro oj... -se detuvo al observar como esta se acercaba con sus rodillas llenas de arena. - ¿Qué sucedió contigo? –infló sus mejillas mirando a otro lado.

— U-Unos críos me empujaron porque insulté a sus mamás. –Levi colocó sus labios en línea recta.

— ¿Por qué coño insultaste a la madre de unos críos? -esta miró a otro lado.

— Porque se estaban burlando de mí.

— Normal que quieran lanzarte piedras también... -esta abrió los ojos.

— ¿Cómo lo supiste? –Levi bufó levemente.

— Es lo que yo haría, venga vámonos. –ignoró a Hanji que empezaba a protestar, yo reí suavemente aliviando un poco mi malestar.

— _tn... -Levi aprovechó que Hanji fue a comprarse un helado, la acompañamos hasta la entrada. – No sigas con él... -sentí una punzada de nervios en mi pecho. – No soporto ver cómo te hace daño. – confesó en una suplicante voz baja.

— No... No volverá a pasar... -balbuceé y este suspiró.

— _tn... Por favor... -intentaba decirme algo sin palabras pero realmente no logro entender... Miré a otro lado evitando su punzante mirada. - ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta? –mis ojos pararon sobre los suyos estableciendo un fuerte contacto visual.

Office Game (Mike Zacharius)Where stories live. Discover now