Capitulo 38

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Subí al avión y una vez que despegamos todos los recuerdos de este año llegaron a mi mente, estaba triste y no podía evitar llorar, hice tantas cosas mal que solo podía regañarme internamente.

Al llegar a California pude respirar aire nuevo, rápidamente busque un taxi que me llevara al campus y durante el camino el conductor me pregunto un millón de veces si me encontraba bien ya que mis ojos llorosos y me cara roja no ayudaba mucho. El campus era sumamente hermoso, toda aquella persona que me recibía fue sumamente amable y estuve agradecida por eso, no quería empezar mal mi estadía aquí.

Cuando entré a mi dormitorio ahí se encontraba una chica rubia acomodando sus cosas y me dio una sonrisa en forma de saludo a lo cual respondí de igual manera.

—Soy Briana—dijo extendiendo su mano.

—Sharon.

—Es un lindo nombre, ¿Eres de aquí?

—No, del otro lado del país, ¿Qué hay de ti? —dije riendo un poco.

—Soy de Canadá—comento y seguimos acomodando nuestras cosas.

La chica parecía buena persona, pero no debía confiar tan fácil en personas que acabo de conocer. Pronto mi celular acabo con el silencio de la habitación con nos quinientos mensajes de Chris, otros mil de Alex y otros cuantos de los chicos.

Sonreí un poco al ver los de Chris ya que eran bastantes dulces.

—Al parecer alguien está enamorada aquí eh—dijo Briana burlona. Creo que tomo confianza muy rápido.

—No es nada—reí levemente.

—Yo estoy aquí porque me acosté con un amigo de mi padre—dijo de lo más normal y no pude evitar mostrar una cara de asco a lo cual ella rio—por eso me enviaron aquí, yo realmente ni quería estudiar la universidad.

Inmediatamente pensé que esta chica era otra Alison.

La ignore y seguí en lo mío, al terminar salí un poco a conocer lo que sería mi nueva vida, también respondía los mensajes de los chicos y le enviaba fotos a Chris de todo lo que me parecía interesante.

.........

El verano en California había estado genial, conocí muchas nuevas personas, había salido de fiesta algunas veces y me había unido a la mejor fraternidad del campus, pero algo andaba mal.

Chris no respondía mis mensajes desde hace como dos semanas, de hecho solo me mando mensaje por mi cumpleaños y después nada, lo cual me parece muy raro, intente llamarlo, pero jamás atendió y cuando hablo con Alex o los chicos nadie lo menciona y cuando yo preguntaba por el solo decían "está bien" eso no me sirve.

Una tarde de lluvia, la depresión llego a mí de manera fuerte, no podía parar de pensar en lo que hice mal para que el no volviera a hablarme jamás, un maldito mes había pasado desde que me fui y tan pronto todo se fue por la borda.

En mi desespero tome mi celular y teclee su número por 3873434034 vez en el verano, pero a diferencia de las otras veces si atendió la llamada y mi corazón comenzó a latir fuertemente hasta que esa voz me dejo paralizada.

—¿Hola? —respondió Abby.

—¿Abby? —dije con la voz algo ronca por las horas que había llorado anteriormente.

—¿Quién habla?

—Soy Sharon—susurre.

—Él no está aquí si es que quieres hablar con el—dijo duramente.

—Bueno, él no está, pero tu si. ¿Cómo estás? —de cierta forma quería arreglar las cosas con ella también, pero ahora solo podía pensar en que rayos estaba haciendo con el celular de Chris.

—Escucha, Sharon, tú ya no estás aquí. ¿Por qué no haces tu vida y dejas de molestar a los que estamos aquí? Al fin y al cabo, tú ya estás muy lejos, déjanos tranquilos—dijo con algo de molestia en su voz y colgó la llamada.

Me sentí realmente idiota, me coste en el suelo y comencé a derramar unas cuantas lagrimas más, me dolía saber que Chris ya no quería saber nada de mí, pero me mataba no saber porque. Tal vez volvió con Abby y yo formaba parte del pasado.

—¿Qué rayos te paso? —pregunto Briana entrando a la habitación algo preocupada.

Me levante rápidamente, limpie mis lágrimas y le di la espalda, nunca me ha gustado que me vean tan vulnerable.

—Nada, estoy bien.

—No, no lo estas—dijo tomando mis hombros para que la volteara a ver.

La mire por unos segundos y aunque ella no sea la mejor persona del mundo solo la abrace porque era lo que necesitaba, un abrazo. Ella respondió el abrazo fuertemente y acaricio mi cabeza. No podía expresar como me sentía, como puede la gran Sharon estar sufriendo por algo, esa no era yo, yo no lloraba por nadie, pero llego Chris con su cara toda virginal y me cambio todo totalmente.

—La persona que amo, no me quiere más—susurre y ella se separó para mirarme y limpiar mis lágrimas. Suspiré y comencé a contarle todo, desde que lo conocí hasta la llamada de haces unos momentos.

—Chica, a los 16 nadie sabe lo que quiere, sé que duele, pero no puedes pedirle que tenga la madurez que tú tienes porque es totalmente imposible. Te lo digo porque toda mi vida he salido con gente mayor y no es para nada lo mismo. Tú le enseñaste muchas cosas, pero créeme un hombre no va a esperar a que termines la universidad para después pedirte matrimonio, ahora seguro solo está disfrutando su juventud—ella hablo lo más razonable que pudo para no ofenderme o hacerme molestar.

—Pero Chris no es así, él dijo que me amaba y que iba a esperarme—otra lagrima resbalo por mi mejilla.

—Necesitas olvidar eso, así como el al parecer lo hizo. Vamos, ahora estas en la universidad, eres una nueva tú, con nuevas personas y al otro lado del país, demuestra que eres fuerte.

Suspire fuertemente y limpie mi rostro, creo que tenía razón. Disfrutare el resto del verano como si no hubiese mañana y mi única concentración será la escuela al entrar, lo demás se puede ir a la mierda. 

LA PUREZA DE UN CHICO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora