LA PUREZA DE UN CHICO [TERMINADA]

Capitulo 7

SHARON

De nuevo a la escuela, trataría de actuar lo más normal posible, esto no significo nada y tampoco tengo por qué estar pensado en ello. Tengo sexo todo el tiempo, esto no tiene que afectarme.

En la mañana todo estuvo normal, incluso mis clases aburridas, pero el receso con los chicos cambio mi día. Primero me acerque y todos guardaron silencio.

— ¿Qué? —dije mirándolos a todos.

— ¿Cómo estuvo la fiesta, Sharon? — Pregunto Drake burlón. Estúpido, imbécil, idiota. ¿Y si saben algo?

—Pues equis, estuvieron ahí, ¿no? — dije actuando normal, comiendo mi almuerzo.

—Te vimos llegar a la fiesta, no fuiste digna para saludarnos y después anduviste como dos horas vagando por todo el lugar para después... — hablaba Alison, pero la interrumpí.

— ¿Estabas sobria? – pregunte con sarcasmo, pero mi cara estaba seria.

Erick y Drake se carcajearon, mientras que Bernard y Alex se aguantaron la risa.

Alison solo me enseño el dedo del medio.

—Pero vamos, Sharon. Hablamos en serio, después desapareciste – hablo Drake.

—Luego apareciste bailando con el chico de primero – me hablo Bernard con mucha intriga.

—MUY pegados y luego desaparecieron – hablo Alison ¿Celosa? JA POR FAVOR.

— Creí que habíamos olvidado a ese chico – dije actuando totalmente normal, aunque por dentro estaba un poco nerviosa.

—Bueno, nosotros pensamos lo mismo, pero nos has sorprendido—hablo Erick, mirándome con perversión. ¿Era tan obvio lo que habíamos hecho?

—Bien, ustedes ganan. ¿Quieren saber que paso? — dije derrotada. Todos asintieron y Alison me miro mal.

—Solo bailé con él, después me dolió un poco la cabeza y me fui a casa, por eso arman tanto alboroto— mentí.

—Argh, o sea que ¿No lo hicieron? —hablo Drake decepcionado.

—Eres un asco, Drake – dije mirándolo mal – Pero bueno chicos, me tengo que ir, tengo física a la siguiente hora y debo terminar la tarea.

Me fui casi corriendo de ahí, pero realmente si fui a la biblioteca a terminar mi tarea. Solo que no encontré la salvación ahí, porque justo en la mesa principal se encontraba Chris leyendo, usaba unos lentes, no sabía que usaba, pero me gusta.

Me miro entrar y solo sonriendo levantando la cabeza en forma de saludo, pero no estaba segura de si eso fue una sonrisa muy verdadera, fue más falsa o una mueca. Solo le regrese el movimiento de cabeza como saludo.

Tomé los libros que necesitaba y me fui a una de las mesas más escondidas del lugar, no lo quería ver, necesitaba concentración.

Después de eso, salí de ahí y fui a clases.

El día paso tan lento y aburrido que solo podía pensar en volver a casa, quería dormir toda la vida. Cuando llego la hora de irme Alex se acercó a mí y me dijo si podía ir a casa conmigo para contarme algunas cosas, por supuesto que dije que sí y nos fuimos.

Llegamos a casa, comimos y nos derrumbamos en el sofá a ver una película.

— ¿Ahora vas a contarme? — pregunte después de finalizar la película.

—Esto me pone un poco nerviosa, se supone que nadie debería saberlo, pero tú eres tú y necesito contarle a alguien – dijo sonriendo y sentándose bien en el sofá, acto que seguí.

—Vamos dime.

—Bernard y yo somos novios – dijo y sonrió de emoción.

— ¡Eso es increíble! – salte de la emoción y la abrace fuerte — ¿cómo sucedió? – continúe preguntando.

—Hemos estado salido demasiado en los últimos días, así que en la fiesta de uno de los chicos de primero me dijo que le gustaba y pues le dije lo mismo, y al día siguiente me llevo a cenar y me pidió ser su novia – me contaba con tanta emoción que yo no paraba de sonreír.

—Sinceramente te deseo lo mejor, él es un buen chico y tú la mejor persona del mundo, te quiero – le dije y la abracé fuerte.

Ella deshizo el abrazo rápido como si hubiese recordado algo.

—Oye hablando de la fiesta del chico de primero ¿Qué rayos paso contigo? Y no me digas que te dolió la cabeza y viniste a casa porque es no lo creo, te vi subir con Chris y bajar como dos horas después – me dijo sonriendo pervertidamente.

— ¿Tan checada me tenías? – pregunte riéndome.

—Vamos dime que paso, aunque creo saber que es – dijo burlándose.

—Está bien, tu ganas – dije y ella salto por toda la sala gritando de gozo.

—¡Amiga! Lo hiciste, no puedo creerlo – dijo muy emocionada. ¿Por qué esto tenía que ser motivo de felicidad?

— ¿Por qué estás tan feliz? – dije cambiando un poco mi cara.

—Vamos, Sharon el chico te gusta, jamás has estado enamorada y ahora viene él y consigue tener sexo contigo sin rogar por ello – hablo como si fuera lo más obvio del mundo – dime como rayos paso, quiero detalles, ¿Qué tal lo hace? – me miro más emocionada que hace 5 minutos.

Suspire derrotada, dispuesta a contarle la historia.

—El vino a mi casa días antes de la fiesta y charlamos, saque el tema del sexo ya que me había intrigado el que no fuera virgen y resulta que sí lo era... —me interrumpió un chillido de sorpresa por parte de Alex.

— ¿¡Es virgen!? – grito.

—Alexandra, déjame terminar de contar la historia.

—Lo siento, pero esto es muy interesante – dijo para después tomar mis hombros y sacudirme.

—Entonces me quede en que si era virgen, lo hablamos, ya sabes me burle un poco y comento que era el único de sus amigos siendo virgen aun, así que...—me interrumpió de nuevo.

—¿Te lo hizo en la mesa de la cocina apasionadamente?... oh bueno, tú se lo hiciste a él porque él es el virgen, lo siento estoy confundida jamás le he quitado la virginidad a un chico – hablo pensante y la mire mal.

—Dejame terminar la maldita historia y cierra la estúpida boca.

—Lo siento – miro miro con una sonrisa divertida.

—Así que le dije que si algún día se quería deshacer del estorbo yo le podría echar una mano, ese mismo día nos dimos nuestro número y no lo volví a ver sino hasta el día de la fiesta, pero en la mañana. Ese día nos besamos...- Alex chillo de nuevo, pero no dijo palabra – solo para que sus amigos vieran, después en la fiesta nos encontramos y por accidente me golpeó con una puerta, mi nariz sangro y fuimos al baño a curarme, después de eso bailamos, después subimos a una de las habitaciones y nos desnudamos – me detuve pensando en el momento que habíamos vivido y sin pensar se me escapo una sonrisa.

—¡Él te gusta! Solo mira esa sonrisa, no puedo creer que le quitaras la virginidad – dijo Alex levantándose del sofá y dando vueltas como enamorada por toda la sala tarareando una canción.

—No me gusta, lo hice para que se quitara esa timidez y lo pudiera hacer con cualquier chica.

—Oh vamos, que tal si te dijera que ahora mismo lo está haciendo con Alison – dijo y la mire mal – lo ves no te gustaría – continuo.

—Que lo haga con quien sea menos Alison.

Finalizamos la conversación, cuando casi la corro de mi casa, no quería hablar más del tema y ella no paraba de preguntar.