¿Te atreverías a conocerme?

Capítulo 12. Un dibujo, dos niñas.

Era una de las preguntas tan recurrentes que venían a mi mente, que miles de veces acudí a una persona que para mí era sumamente importante, era una de las pocas personas a las que yo podía llamar con orgullo "amiga".
Era una niña, que tenía un alma libre, ella era tan libre, que hacía de sus días cosas extraordinarias, tenía una mentalidad tan loca...
Que siempre hacía de todo por verme bien.
Porque siempre me apoyo y estuvo para mí en los momentos más grises y crueles de mi existencia.
Me hacía reír como nunca antes, recuerdo días en los que lloraba y el estomago me dolía de tremendas carcajadas que salían de una tarde llena de cariño y experiencias casi tan locas como nosotras.
Ella era una niña muy guapa, de una piel color canela y un cabello negro como la noche, con una visión un poco torpe, usaba unos lentes negros que a los lados tenían estampillas de pecesitos color azul y amarillo.
Miles de veces ella me abrió las puertas de su casa y también de su corazón.
Me ayudaba haciendo pequeños esquemas, de mí y de ella.
Ella, dibujaba en hojas de papel color blanco, dos niñas, y siempre las dibujaba con una sonrisa.
Al lado de las niñas, ella me decía que yo tenía que ver las cosas buenas que había en mi, para poder escribirlas. Y así lo hacíamos.
Yo le decía que en mi.. Había alguien que sabía escuchar, alguien que amaba cantar y alguien que odiaba ver a una persona triste o sola.
Ella anotaba esas cualidades en la hoja al lado de la niña que se suponía era yo con plumas de diferentes colores, adornaba la hoja y me pedía que la coloreara.
Ella hacía lo mismo con la niña que la representaba y juntaba las hojas con cinta adhesiva.
En la parte trasera de los dibujos me dejaba pequeñas notas, para recordarme cuanto me quería y que siempre iba a tener un lugar en su vida y en su corazón.
Y a pesar de tantas veces que dibujamos dos niñas, aún no sé quién soy.
Porque pienso que nunca terminas de conocerte a ti mismo.
Porque tal vez hoy te gusta algo y mañana ya no.
O simplemente porque estamos en constante cambio, porque quizás hoy no te gusta una canción pero la escuchas bien y llega a ser tu favorita. ¿Puedes entender mi punto?