Vivir así era algo agotador.
Todos los días era pasar la mayor parte de mi tiempo divagando en mi mente, pensamientos recurrentes que me acompañaban todo el día.
Vaya, a veces me sentía tan sola y tan vacía.
Sentía que me faltaba algo.
Sentía opresión en el pecho.
Sentía que no podía respirar.
Sentía pesadez en los hombros.
Sentía miedo
Pero.. ¿Miedo a qué?
Si te soy sincera, no lo sé.
Pero todos los días sentía miedo, me sentía amenazada como si estuviera corriendo un gran riesgo.
Me costaba demasiado el iniciar alguna conversación con las demás personas o seguirla.
Me daba pánico estar rodeada de mucha gente.
Y tenía miedo de lo que los demás pudieran decir de mi.
Me daba pavor que me juzgaran
Pero bien, ¿A quién no le ha dado miedo eso?
Supongo que a veces eso es un miedo normal.
Pero iba más allá que solo miedo.
Era todo lo que sentía por las cosas que pasaban a mi al rededor.
Llegue a un punto en el que empezó a darme igual casi todo y todos.
Porque no había nada que valiera la pena, para mi.
Había perdido toda ilusión.
Las actitudes que empecé a tener eran..
Dependiendo de la persona era mi actitud.
No a cualquiera le regalaba una sonrisa.
Y nuevamente, no a cualquiera le regalaba un insulto.
Porque para ser mi amigo tendrías que ser importante y para caerme mal, debías ser al doble de importante.
Y en ese entonces, nadie lo era.
Debo admitir que si había chicas que llamaban mi atención por la forma en la que hacían las cosas.
Estaba mal. Pero ellas así lo hacían.
Para llamar la atención, obviamente.
Había leído un artículo que decía que la mayoría de las personas se van más por la sociedad.
Necesitan la aceptación o aprobación de las demás personas, porque la soledad los comía vivos.
Literalmente la soledad podría matar.
Pero es la soledad, ¿O son tus pensamientos los que te matan?
Y justamente por mis pensamientos tan fuera de lo común, era que no le caía bien a las personas y que no encajaba en ese típico grupito de chicas que son populares y que siempre se habla de ellas por los miles de chicos que están detrás de ellas.
Las típicas chicas que son bonitas pero que están huecas.
Esas chicas que serán muy bonitas pero no son lo suficientemente inteligentes para ver quién las quiere de verdad y quién solo juega con ellas.
Claramente, yo no encajaba ahí.
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¿Te atreverías a conocerme?
De TodoHola, soy Alie, acompáñame en esta aventura en la que me adentro a conocerme a mí misma, a conocer a los demás y a tratar de entender mi vida y las situaciones que se me ponen enfrente, la pérdida de amigos, mi apatía, mis miedos, mis sueños y hacer...