También comenzaba a darme cuenta que cada cosa pasaba en el lugar y en su momento.
Como las emociones, cada emoción es momentánea y me refiero a que por un momento puedes estar feliz y en seguida ponerte triste.
Con el enojo y la furia es igual..
No puedes estar enojado por siempre.
Y también depende mucho del porque.
Había estado pensando profundamente que cada cosa tiene un porque.
Todo tiene un propósito.
Todo lo que haces no lo haces solo porque si, muy en el fondo tiene una razón, y aunque quizás no la sepas, la razón está ahí.
Y pensaba en las cosas que podían ser significativas para mí.
Cosas que no eran materiales.
Cosas como acciones, por ejemplo.
Solía recordar a una persona..
Una persona que no voy a describir y no voy a decir quién es, porque para mí, es alguien que, se que si lee esto sabrá quién es, sin necesidad de describirlo.
Era una persona que se la pasaba molestándome.
Pero que me demostró su cariño a través de sus acciones.
Recuerdo cuando era niña haber llorado en una Navidad por no haber recibido ningún regalo de un gordito bonachón, si, Santa Claus.
Y esa persona de la que te hablo, me dijo que en su casa me había dejado un regalo, era dinero, pero al final de cuentas era ese detalle, de no dejarme sentir mal por eso.
Eran pequeñas acciones que cambiaron mi perspectiva de vida y me hicieron pensar que esas personas son personas muy nobles y que demuestran su cariño a su manera. Gracias por haberme enseñado que el amor, tiene formas y tamaños diferentes.
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¿Te atreverías a conocerme?
De TodoHola, soy Alie, acompáñame en esta aventura en la que me adentro a conocerme a mí misma, a conocer a los demás y a tratar de entender mi vida y las situaciones que se me ponen enfrente, la pérdida de amigos, mi apatía, mis miedos, mis sueños y hacer...