¿Te atreverías a conocerme?

Capítulo 32. Te odio en Azul.

Este capítulo es para ti, que no me valoraste.
Que no te importaron los mil y un consejos que te di.
Que te dio igual mi compañía.
Que si me iba, ni siquiera lo notabas.
Para ti, que te di mi cariño y amistad incondicional.
Que te regale un pedazo de mi que a nadie más le pude dar.
Que compartí momentos llenos de felicidad pero también llenos de desprecios.
Tuyos, claro.
Porque en una amistad donde solo uno busca dar lo mejor, siempre es el que sale peor.
Porque me invaden los recuerdos.
Esas tardes en tu casa.
Esas platicas con tus abuelos.
Las risas a morir.
Cuando el mundo estaba en tu contra yo estuve ahí.
Siempre ahí.
Cuando tus amigos te dañaron y te hicieron sentir mal.
Cuando entre todos te dijeron cosas realmente hirientes.
Yo estuve ahí.
Siempre ahí.
Pero nunca fue lo suficiente, ¿cierto?
Porque a pesar de las mil y un veces que lloraste en mi hombro, seguiste prefiriéndolos a ellos.
Antes que a mí.
Siempre había alguien antes que yo.
Gente falsa que estaba a tu alrededor.
Y que "Te quiere" cuando te necesitan.
Al final la decisión fue tuya.
Tú acabaste con nuestra amistad.
Con esas veces que cantábamos a todo pulmón.
Teníamos canciones.
Teníamos palabras.
¿Parabatai? ¿Recuerdas? ¿No?
Heriste mis sentimientos como nadie nunca lo había hecho.
Y te odio.
Te odio porque jamás pensaste en mi.
Porque no te importo ni siquiera un "Felicidades" en mi cumpleaños.
Te odio porque no sabes cuantas veces he pensado en ti.
En que quisiera contarte que ahora me está yendo bien, que las cosas han mejorado en mi vida, que conocí amigas que si me valoran, no como tú.
Amigas que me dan mi lugar.
Amigas que me respetan.
Y que me quieren muchísimo.
Estoy cansada, estoy cansada de seguir pensándote.
Estoy realmente cansada del sentimiento que tengo cuando te pienso.
Pero se que la del error no fui yo.
Cambiaste.
Todos lo hacemos.
Pero.. ¿Tus amigos saben quién eres realmente?
Porque se que ni siquiera tú lo sabes.
Pero yo lo sabía.
Yo sabía el vacío que sentías.
Yo sabía tus dolores.
Y trataba de calmarlos y de hacerte sentir que eres especial y que vales muchísimo.
Para que no dejaras que ningún idiota sin neurona viniera a enredarte con palabras bonitas.
Para que supieras lo mucho que te quería.
Y te odio por eso.
Te odio por no valorar mi amistad.
Por hacerme sentir que mi amistad no fue suficiente para ti.
Te odio porque no dejo de pensarte.
Te odio porque ni una disculpa pudiste darme.
Te odio porque fuiste mi mejor amiga, a quien le conté todo de mi, lo sabías todo.
¿Y ahora? Ni siquiera sabes en qué colegio estoy.
No sabes lo mal que me he sentido por creer que la culpable soy yo.
No sabes lo mucho que te he llorado.
Y lo peor de todo es que se que no te importa.
Y que no me echas de menos.
Porque yo a ti si.
Pero no es a ti, es al recuerdo de la niña que eras.
Es una completa lástima que la pequeña mocosa que eras se haya convertido en lo que eres ahora.
Tus decisiones te han llevado hasta donde estás.
Tú sola estás creando esa imagen, y estás creando tu camino.
Solo espero que después no te arrepientas.
Porque mucho tiempo, muy en el fondo de mi corazón espero que te arrepientas y vengas a pedirme perdón.
Pero se que no lo harás.
Y me sigo preocupando por ti.
Pero por mi, muchas veces me he prometido dejarte ir ya.
Porque no hay remedio.
No quiero hablar contigo.
Pero quiero gritarte lo idiota que eres.
Y las cosas que estás haciendo mal.
Pero no me corresponde.
No soy yo quien lo hará.
¿Recuerdas que hablamos del Karma?
No quiero ni imaginarme como se te va a regresar.
Y lo único que te quiero y te puedo decir es.
Cuídate.
Que así como me hiciste sentir a mi, te harán sentir a ti.
Cuídate.
Porque tus amistades son las primeras en darte una puñalada por la espalda.
Cuídate.
Porque de hoy en adelante para mi no existes.
Y si te veo en la calle no te voy a saludar y volteare a otro lado para no recordar.
Cuídate.
Y que no se te olvide lo mucho que te odio por lo mucho que te quise y que no te importo.
Te odio en azul.
Atentamente. Tú supuesta "mejor amiga" a quien dejaste sola cuando más te necesito.
Y te agradezco, porque gracias a ti ahora se el tipo de amistades que quiero en mi vida y cuales CLARAMENTE aunque duelan, YA NO.