Nuevamente me encontraba vagando en mi mente.
Volviendo a la pregunta inicial.
¿Qué me hacía ser yo?
¿Que te hace ser tú?
¿Lo sabes? ¿Lo habías pensado?
¿Qué te hace ser "bonita"?
¿Qué te hace ser "guapo"?
¿Un cabello largo?
¿Unos ojos de color vistoso?
¿Un cuerpo esbelto y ejemplar?
¿Delgadez?
¿Pestañas?
¿Cejas?
¿Piernas?
¿Pies?
¿Nariz?
O ¿boca?
¿Labios y dientes?
¿Cerebro quizás?
¿Inteligencia?
¿Intelecto?
¿Sentimientos?
¿Corazón?
¿Alma?
¿Esencia?
¿Qué te hace ser buena persona?
Y ¿Qué te hace no serlo?
¿Qué es ser buena persona?
¿Qué es ser hermoso?
Si el mundo fuera ciego.. ¿Cómo sorprenderías a los demás?
Lo esencial del amor radica en su hipocresía.
¿Para ti qué es el amor?
¿Y qué es la hipocresía?
¿Sabes amar?
Hipocresía.
Amor.
Mentira.
Verdad.
A partir de mi experiencia puedo decir que he aprendido de la vida mucho más de lo que a veces puedo mostrar.
He aprendido a callar.
Cuando no tengo nada bueno que decir.
Y no lo aprendí por la buena manera.
Lo aprendí, cuando en un grupo de personas.
Se malinterpretan las cosas.
Cuando uno no es claro.
Y no define.
Eres o no eres.
Estás o no estás.
Límites.
Aprendí de mala manera a separar hamigos.
H A M I G O S
Amigos, con H.
Porque solo están cuando necesitan algo, o solo para pasar el rato.
Pero después son hipócritas.
Les caes bien y detrás hablan plastas de ti.
Debo aclarar que no todos son hamigos, no todos son falsos.
Pero la mayoría si.
Para mi ser hipócrita era mostrarse amigable de frente y por la espalda clavar un puñal.
Para mi, era no estar de acuerdo en algo y aún así hacerlo.
Para mi, ser hipócrita era no ser sincero.
Debo admitir que nunca fui buena guardando secretos.
Por eso no tenía.
Ser honesta conmigo misma era mi mejor cualidad.
Ser completamente transparente, sincera y directa, eran cosas que me caracterizaban.
Hasta que cometí un error.
Las personas se equivocan, cariño.
Pero es de cada uno como quiera tomar la situación.
Si prefieres solucionarlo, aprender y crecer.
O huir y cargar una culpa, un remordimiento y estancarte.
Me equivoqué.
Y fui cobarde.
Trate de huir.
Pero...
No puedes huir de ti mismo.
No me sentía bien conmigo.
Estaba siendo deshonesta.
Y fui inmadura.
Me comporté como una idiota.
Pero.. ¿Puedo decirte algo?
No quiero justificarme.
Solo quiero que sepas cómo me sentí.
Sentía que si decía la verdad.
Esa pequeña multitud, empezaría a atacar.
A decir cosas hirientes.
Me aterré.
Me aterraba la idea de que aquellas personas pudieran ser malos conmigo.
Amenazas.
Ofensas.
Exclusión.
Entonces, preferí no decir nada.
Que también fue no decir la verdad.
Negar los hechos.
Fue un acto meramente de cobardía.
Que de igual forma, trajo consecuencias muy similares a las que me aterraban.
Siempre tuve un ideal de ser lo más honesta posible, era como una regla personal.
Una regla que había roto.
Porque antes era una niña segura de mi misma, que si decía algo, lo retenía.
Y ese día, no pude.
Entendí que lo único que yo quería era encajar entre ellos.
Y no me mostraba tal cual era.
Entonces, como un pacto entre mi misma.
Decidí elegirme a mi 100 veces antes que a cualquier persona.
Elegí serme fiel.
Elegí ser yo.
Porque si bien algo había aprendido de esa experiencia, fue a no ser voluble a los demás.
Me refería a que de ahora en adelante no dejaría que nada, ni nadie pudieran hacerme cambiar de opinión solo por encajar.
Nadie podría alterar mis decisiones.
De ahora en adelante el miedo ya no estaba incluido en mi día a día.
Y en ese pacto, también decidí decir la verdad.
Aclarar las cosas.
Y soltarlo.
Dejarlo ir.
Pedir una debida disculpa.
Estaba decidida a pedir perdón, perdonar y perdonarme.
Porque un mínimo error no cambiaba la persona que era.
Un error no iba a cambiar mi vida.
Porque ahora estaba decidida a mirar las cosas buenas que podían salir de cada situación.
Del miedo y del dolor.
El ave fénix muere ardiendo en llamas y de las cenizas renace un nuevo ser.
Porque aprendí a ponerme primero a mi antes que a los demás.
Aprendí a no ser deshonesta conmigo jamás.
Aprendí a no decir nada si no tengo nada bueno que decir.
Aprendí a soltar.
Porque no me iba a atar a algo sin sentido.
El pasado no es algo que deba arrastrar, no es una condena, es un aprendizaje para mejorar.
Crecí como persona.
Porque sabía, que de ahora en adelante, trataría de nunca jamás, meterme en cosas que ni siquiera son de mi incumbencia.
A dejar ir las cosas que pesan.
A amarme y a amar a los demás.
Porque el amor debe regalarse.
Y el rencor olvidarse.
Era tiempo de liberarme.
De dejar atrás todos los prejuicios idiotas que tenía.
De empezar a ser segura de mi misma.
Y puedo jurar que por primera vez en mucho tiempo me sentí completa.
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¿Te atreverías a conocerme?
RandomHola, soy Alie, acompáñame en esta aventura en la que me adentro a conocerme a mí misma, a conocer a los demás y a tratar de entender mi vida y las situaciones que se me ponen enfrente, la pérdida de amigos, mi apatía, mis miedos, mis sueños y hacer...