Capítulo 24. La cura.

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Llego un momento en el que conocí a una persona que tuvo un gran impacto en mi.
No solo por todo lo que me hacía sentir.
Y es que a veces, nosotros solos creamos historias de romántico amor en nuestras cabezas.
Y no cualquier historia romántica donde el chico es el típico chico malo, guapo y algo engreído.
Aquí la historia dio un giro y estaba al revés, la chica ruda y mala, de chamarra de cuero era yo.
Pero el..
No, el era diferente.
Era tan diferente...
Que no se parecía a nadie.
Nadie que yo conociera era como el.
Y no lo decía solamente porque él me gustaba..
No, era real.
Lo conocía desde hace bastante tiempo cuando asistíamos al instituto, pero jamás le hable, tal vez era pena o que nuestros caminos no se cruzaron.
No lo sé.
Pero comenzamos a hablar por simple casualidad.
Y no te miento, el me encantaba.
Era un chico que me encantaba completamente. Tenia luz del cielo nocturno iluminado de estrellas en sus ojitos tristes y un pequeño rayito de sol que hacía deslumbrar su hermosa sonrisa.
Lo que más me gustaba de él.. era el amor que le ponía a las cosas que hacía, el tenía tanta pasión a la hora de sus estudios que uff..
Él era muy diferente a mi
Él era una buena persona, lleno de metas, de felicidad y de ilusión
Lleno de vida..
Y yo.. era mm.. yo.
Una chica extraña con la cabeza llena de sueños, metida en cuentos de hada y dulce arcoíris que hacían mi realidad menos dura.
Además de que.. desde niña fui muy rebelde.
Yo era la rebeldía en vida.
La gente no debería sorprenderse con ello, sabía fumar, sabía tomar y tenía muchas perforaciones Pero eso no quería decir que yo fuera mala persona o que no fuera tierna.
Aunque muy en el fondo me daba pena que, el, siendo un chico aplicado, un chico de casa, supiera todas esas verdades de mi.
Porque tenia miedo de que si él supiese que yo sabía fumar y sabía tomar su perspectiva de mi, cambiaría y pensaría miles de cosas de mi.. cosas que yo no quería que pensara.
Porque cuando te gusta alguien lo que más te gustaría es que esa persona piense cosas hermosas de ti.
Cosas que nadie más pueda pensar.
Que te vea como un súper héroe o heroína.
Que sepa que estando a tu lado nada le faltaría.
Yo pensaba miles de cosas cada día...
A veces solía vagar en mis pensamientos acerca de él y de lo que me hubiera gustado que pensara de mi
Como por ejemplo..
Que yo era diferente a las demás niñas y no una típica "única y diferente", básica..
No, no, yo quería ser inolvidable, dejar una marca buena, alguien a quien recuerdas con una sonrisa
Quería ser un aguijón para el
Alguien que no podría dejar ir
Alguien tan irresistible que si me dejaba ir, se arrepentiría después. 
Porque yo quería que él viera lo especial que podría ser si se fijara en quién soy realmente.
Pero.. ¿Quién soy?
¡Demonios!
Y ¿Por qué me interesaba tanto lo que él pensará de mi?
¿Por qué me gustaba el?
¿Por qué soy como soy?
Me sentía mal, sentía que yo no era suficiente para el..
No me sentía ni bonita, ni delgada, ni nada.
Sentía que él era alguien tan maduro y definido.
Que no perdería su tiempo con alguien..
Alguien como yo.
Yo era una niña muy insegura.
Pero.. lo era porque así me hicieron.
Las personas me hicieron así.
Los que se burlaron de mí.
Los que no me creyeron.
Los que me mintieron.
¿Y sabes algo contradictorio?
Yo les echaba la culpa a todos ellos.
Cuando la única culpable era yo.
Yo me hice como me hice.
Yo sola me aislé de todos.
Yo sola me metí ese miedo, ese enorme de estar con las demás personas. 
La única culpable era yo.
Como si de unos cuantos años para acá, me miraba al espejo y no reconocía mi propio reflejo.
Y estaba harta.
-Ya no más.- Me dije a mi misma, dispuesta a demostrar que yo, no era lo que la gente decía de mi.
Basta.
Basta de rumores.
Basta de basura inútil que ensucia la imagen de alguien.
Basta de tantas inseguridades.
Basta de esconderme.
Basta de tanto miedo.
Una vez que tomé la decisión, ya no había marcha atrás.
Era poderosa, conociéndome, pero amándome era invencible.
Y ahora que estaba decidida, nada ni nadie iba a cambiar mi sentir.

¿Te atreverías a conocerme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora