You're My Blood Sweat & Tears | BTS

XVII - Recital

NA MI

—¿Estás borracho otra vez? —grité histérica después de que mi cerebro absorbiera lo que dijo. 

—¿Qué? ¿Pero qué borracho estás diciendo? —gritó.

—Mira General, ¿has escuchado lo que dijiste? ¡Me estás pidiendo algo imposible! ¡Es como si llovieran meteoritos y quieres que los coja! ¿Qué soy un Súper Saiyan? —dije y Yoon Gi frunció el ceño aún más— Lo que quiero decir es que antes solo se repite la nota pero ahora hay un solo de piano. ¡Cómo voy a aprender un solo en veinte minutos! ¡Espera, solo quedan quince minutos porque llevamos cinco minutos discutiendo!

—No, tu mira aquí —dijo poniéndose de frente a mí—  ¡Si no lo has notado, he hecho algunas mierdas hace un rato por ti! Creí mucho en tu habilidad, corté la electricidad del Salón de música, dejé la gente de Shilla por ti, te he arrastrado aquí para salvarte y sin embargo, ¿me dices que no puedes hacerlo?

—Pero General-

—¿Pero qué? ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Darle a esas chicas la satisfacción que quieren porque lograron arruinarte? No solo has malgastado mi hora sino-

—¡De acuerdo! —dije levantando las manos— Siento haber dudado de mi misma, si crees de verdad que puedo hacerlo entonces tal vez si puedo hacerlo. ¡Ahora enséñame!

—Bien, ven conmigo —dijo y se sentó delante del piano. Le seguí y me senté. 

—Ahora mira y memoriza, estate atenta porque no tenemos mucho tiempo —dijo y asentí.

Eh, ¿hoy no me va a pegar? Quiero que me pegue. Es broma.

Miré sus manos y traté de memorizar las teclas del piano. La cosa es que no puedo concentrarme. Es como si mi cerebro estuviera sin oxígeno y no puedo pillar nada.

—¿Estás bien? —preguntó Yoon Gi al darse cuenta que me sentía mareada— ¿Necesitas agua? 

—No... solo que... ¡ah ya sé por qué!

Me levanté de repente y me desaté el corsé. Jalé todas las cuerdas y empecé a quitármelo de encima. Estaba mareada porque no podía respirar. 

—¡Yah! ¡¿Por qué te estás desnudando?! —gritó Yoon Gi nervioso— ¡No hay tiempo! ¡No podemos hacerlo ahora!

¿El qué no podemos hacer ahora? ¡Qué mal pensado es este chico! 

—General, ¿necesitas eso? —pregunté señalando su capa— Quiero decir, ¿es necesario? Si solo es un adorno más de tu atuendo, ¡dámelo! 

—¿Cómo que dámelo? —gritó.