You're My Blood Sweat & Tears | BTS

XXX - ¿Cuarto o armario?

NA MI

 —¡Ya está señorita! De se prisa, el príncipe Tae Hyung le espera —dijo Su Yeon después de atarme el pelo. 

Rápidamente salí y me encontré a Tae Hyung.

—Su majestad —dije parando.

—Buenos días mi dama —dijo con una sonrisa y me dio una flor.

—Gracias —dije y enseguida se la di a Su Yeon que está detrás mía. 

—Vamos —dijo ofreciéndome su brazo y lo agarré.

—Eh... su majestad —dije mientras caminábamos— En la reunión... ¿Yoon Gi también estará?

—¿Príncipe Yoon Gi? Mm... sí, eso creo. Él es el primer príncipe de Baekje así que probablemente sea parte del consejo. ¿Por?

—N-Nada —dije agitando la mano con una sonrisa y luego solté un suspiro.

Ha pasado ya una semana desde que Ji Min me dijo que no viera a Yoon Gi. Y a decir verdad, no me he encontrado ni he visto a Yoon Gi por una semana. 

Pero parece que hoy no puedo escaparme. Baekje tiene una reunión del consejo para la llegada de los otros tres grandes reinos. Y lo más probable es que Yoon Gi estará allí.

—Hemos llegado —dijo Tae Hyung cuando abrieron la gran puerta. 

Miré alrededor y estaban casi todos. Los anteriores reyes, Ji Min y Iseul, Min Gyu y Seung Wan, Jin y el ministro de Shilla, Ho Seok y... Yoon Gi.

Agaché la cabeza y fui directo a sentarme. Me entregaron un iPad para tomar recordatorios para Tae Hyung. 

La reunión comenzó y solo puse atención al iPad. Levanté la mirada y sin querer vi a Yoon Gi mirándome con el ceño fruncido. Bajé la mirada de nuevo. Lo sabía, está enfadado conmigo. 

—Así que para la arquera de fuego. ¿Quién lo hará? —preguntó el anterior rey y levanté la mirada. 

¿Arquera de fuego? ¡Ah! Recuerdo que hace dos años, la visita de los cuatro mayores reinos aquí fue televisado. La arquera de fuego es quién dirigirá la ceremonia de apertura. En realidad es una tradición. La chica elegida será emperifollada, será elevada al aire y disparará flechas ardientes en los grandes aros, tres aros para ser exactos. 

—Seung Wan —dijo Ji Min y miró hacia ella— Hace dos años fuiste la arquera, ¿verdad? ¿Puedes hacerlo de nuevo?

—Sí su majestad.  Puedo hacerlo —contestó ella haciendo una reverencia.