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Después de nuestra charla con el director, el profesor Kim me dijo que empezaría con mi castigo dentro de unas semanas.

Asentí desganado y volví al salón acompañado de un alfa cabizbajo.

Entramos en el aula y dimos clases como si nada, aunque podía sentir las miradas de mis compañeros sobre mi persona intenté no prestarles atención.

Mientras pasaban las horas me dediqué a copiar todo lo que escribía el profesor en la pizarra, ¡¿cómo podía escribir tanto?! no había terminado de copiar la última línea y ya estaba empezando a escribir la otra mitad de la pizarra.

Me sorprendía que mis compañeros pudieran seguir el ritmo de mi profesor, si no fuera porque le daría los apuntes a Jade estaría durmiendo ahora mismo. Ese pensamiento hizo que cogiera fuerzas y continuara copiando todo lo que el profesor escribía en la pizarra, pero por dentro me dedicaba a maldecirlo de todas las formas que podía.

Las clases terminaron, suspiré aliviado, era la primera vez que hacía esto y estaba seguro de que también sería la última. Recogí mis cosas dispuesto a irme, pero se me acercaron algunos de mis compañeros.

Suspiré cansado, no me iba a librar de esta, bueno, mejor acabar cuanto antes así por lo menos no tendría que seguir cerca de Hoseok y podría irme a ver a Jade.

- ¿Qué os han dicho? – me pregunta un chico, el muy capullo se me acercó tanto que podía oler su aliento.

- ¿Van a expulsaros? – me pregunta ahora su amigo.

Miro Hoseok, el cual no dice nada, solo se dedica a mirarse los zapatos esperando a mi respuesta.

- No nos han expulsado – fue lo único que dije, recogí mis cosas y me fui, no iba a explicarle nada a esos imbéciles. Si querían saber que le preguntarán a Hoseok, yo no tenía ganas de malgastar mi tiempo hablando con un par de simios.

Mientras iba por los pasillos sentía las miradas de todos, esto ya empezaba a cansarme, ¿acaso no tienen nada mejor que hacer con su vida?

Por lo visto no.

Salí rápido del instituto para no tener que aguantar más las miradas de mis compañeros y fui a la casa de Jade para darle los apuntes que cogí durante las clases.

- Hola Suga – me saluda desganada al abrirme la puerta, le sonrío sin hacer ningún comentario por el sobrenombre que me ha puesto y entro rápidamente.

"Yoongi, estás exagerando" me asegura mi lobo

... lo sé, pero no puedo evitarlo le respondo nervioso.

Sé que mi lobo tiene razón, estoy exagerando, pero no puedo hacer nada, ahora mismo Jade es una bomba de feromonas que atraerían a cualquier alfa que esté cerca de la zona y no tengo ganas de volver a lidiar con eso.

- Hola Jade – le digo mientras me quito los zapatos y entro – ¿cómo estás?

- Bien – la miro escéptico.

- Acabas de entrar en celo – le recuerdo – y por lo que puedo ver parece que tus celos son fuertes – la miro de arriba abajo, estaba con ropa holgada y cómoda, tenía el pelo enmarañado y las mejillas muy sonrojadas, – está claro que estas de todo menos bien. Así que no me vengas diciendo que estas bien cuando claramente no es verdad – la reprendo suavemente.

- Vale – suspira – estoy acalorada – reconoce.

- ¿Solo acalorada? – le pregunto con tono juguetón. Jade sabe a lo que me refiero, pero no me contesta, rueda los ojos dando mente a entender que no iba a contestarme. No digo nada y la sigo hasta el salón un poco fastidiado porque no me haya seguido el juego. – ¿Y tú padre? – le pregunto al recordar que él también estaba en celo.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora