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Había sido un día bastante largo, por regla general no suelo echar mucha cuenta en las clases, pero hoy ... hoy ni me dado cuenta de que las clases han terminado.

Aturdido recojo mis cosas, cojo mi almuerzo y salgo del aula.

Mientras me voy escucho a la gente murmurando a mí alrededor, antes de salir por la puerta del aula miro discretamente a Jade, está triste y cabizbaja, no me gusta verla al verla así pero hoy ...

Lo siento Jade, pero no puedo hablar de eso, no aún.

Triste salgo del aula y voy hacia el patio, en el camino sigo escuchando a la gente murmurar, pero hago como si no me importara, aunque cada vez ando más rápido intento que no se note, debo aparentar que no pasa nada.

Cuando llego al patio me doy cuenta de que no hay nadie y suspiro aliviado, no creo ser capaz de permanecer más tiempo con mi fachada.

Escojo un sitio y me dejo caer allí, empiezo a comer, pero la comida no me sabe a nada y el silencio se hace cada vez más insoportable.

Jade ...

Hoy nada está saliendo bien, cuando me levanté esta mañana intenté actuar como si nada hubiera pasado, intenté ser el mismo Min Yoongi de siempre, el omega rebelde y toca pelotas que todos conocen, pero conforme más intentaba actuar como si nada, más me hundía en mi propia miseria.

Incluso mi hermano, que nunca se daba cuenta de nada no paró de intentar subirme el ánimo. Acabó acompañándome parte del camino hasta la puerta del instituto, varias veces intenté convencerlo de que se fuera, pero fue inútil, él no se fue hasta que entré por la puerta, aunque me había molestado su actitud persistente tenía que admitir que se lo agradecía.

Si hubiera tenido que venir por mi cuenta es probable que no hubiera pisado el instituto.

Desde el momento en el que entré sentí las miradas de todos sobre mí, actué como siempre, ignorando las miradas y los susurros, pero esta vez, yo no era el mismo de siempre. Conforme más y más compañeros entraban al aula más expuesto me sentía y más miserable era mi día.

Ni cuando Jade llegó corriendo y saludándome como siempre fui capaz de reponerme, en sus ojos vi preocupación y eso me hizo incapaz de hablar.

No quería que se preocupara por mí, quería que fuera la misma chica despreocupada de siempre, la misma chica con la que hablaba de todo y nada, la chica que me sacaba sonrisas en cualquier momento.

Yo no quería a esta chica que me miraba como si temiera que en cualquier momento fuera a romperme. ¡Quería a mi amiga!

"Yoongi, hablaba con ella" intentó convencerme mi lobo.

No puedo.

"Yoongi ..."

¡NO!

Mi lobo no dijo nada más, sabía que él tenía razón, sabía que debía hablar con ella, pero era incapaz de hacerlo.

Hoy no era ese omega que todos consideran un grano en el culo, hoy, era el mismo chico de hace unos años que se vio envuelto en toda esta mierda.

Hoy volvía a ser el chico que se agarraba a su hermano menor mientras lloraba desesperadamente. Volvía a ser ese chico que cuando acabó su celo tuvo que ir al hospital para cerciorarse de que no estaba embarazado, era aquel chico que cuando se enteró de los resultados intento suicidarse. Era aquel chico que lloró por demasiado tiempo y que no era capaz de enfrentarse al mundo, hoy, volvía a ser ese omega.

Mientras seguía pensando en mi pasado llegó hasta mí un olor muy agradable, no sé qué pasó, pero en un segundo mi lobo y yo nos sentíamos más tranquilos.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora