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Jimin

Si tuviera que ser sincero, diría que no recuerdo muy bien lo que pasó después de que Yoongi colapsara en la entrada. Su olor me golpeó tan repentinamente que ni siquiera fui consciente de lo que hice.

Recuerdo llevarlo a su habitación y prometerle algo, pero después de eso, todo está en blanco, solo cuando Yoongi quedó inconsciente fui capaz de reaccionar.

Cuando fuí consciente de lo que hacía me encontraba a tan solo unos centímetros del cuello de Yoongi. Mi boca estaba abierta y mis caninos sobresalían, estaba a nada de marcar ese delicioso cuello.

Su esencia me llamaba a hacerlo, estaba tan cerca de cumplir ese deseo. En mi mente se proyecto la imagen de Yoongi con mi marca en su cuello, tan delicioso, tan perfecto... Pero en el momento en el que miraba sus ojos no veía amor o ilusión, solo podía versus ojos bañados en lágrimas y decepción. Y eso fue todo lo que necesité para volver en mí.

Salté de la cama atemorizado y me alejé todo lo que pude de él, iba a hacerlo, estuve a punto de hacerlo.

¿Qué estado a punto de hacer? Me pregunté alarmado.

Iba a hacer lo mismo que le hizo Hobi a Jade, pero, al contrario que él yo era plenamente consciente de lo que hacía.

Asqueado, sentí como la bilis empezó a subir por mi garganta. Sentí asco de mi mismo.

Con prisa salí de la habitación de Yoongi y empecé a abrir todas las puertas que había en mi camino, necesitaba encontrar el baño, estaba a nada de devolver lo que había comido.

Cuando por fin lo hallé me lancé sobre el inodoro y saqué todo lo que había en mi estómago.

Estuve a tan solo unos centímetros de hacer algo horrible. Juzgue a Hobi cuando estuvo a punto de hacerle eso a Jade y yo ahora hacía justamente eso.

Gracias a dios reaccioné a tiempo, pero si no lo hubiera hecho ...

Si no lo hubiese hecho ahora mismo Yoongi tendría mi marca. Su dulce cuello tendría mi marca.

Me estremecí de solo imaginarlo, no debería de ser así. La imagen de mis caninos en el cuello de Yoongi hacía que quisiera volver y cumplir mi fantasia.

Me sentía fatal, porque a pesar de la que sabía que no debía de hacer aquello, a una parte de mi le daba igual, no me molesta saber que al despertar Yoongi tendrá mi marca contra su voluntad, no me molesta en lo más mínimo solo quería morderlo, ansiaba que mi marca adornase su cuello.

Y por eso me odiaba, estuve a centímetros de marcarlo, a tan solo unos meros centímetros. Y si tan solo me hubiera acercado un poco más mis incisivos habrían rasgado ese precioso cuello.

Corté todos mis pensamientos de raíz y me eché agua en la cara, necesitaba calmarme con urgencia si no quería volver sobre mis pasos y llevar a cabo mi oscuro deseo.

Si quería seguir tranquilo, no necesitaba imaginarme cómo será marcar a mi pareja, necesitaba encontrarme lúcido y calmado para no llegar a hacer alguna estupidez.

Cuando consideré que ya estaba lo suficientemente calmado, salí del cuarto de baño y volví a la habitación de Yoongi, de la cual no paraba de salir ese olor tan atrayente.

Al abrí la puerta y me encontré a Yoongi tal como lo dejé, en la cama, sudoroso y retorciéndose sobre las sabanas mientras sus mejillas se sonrojaban con el paso de los segundos.

Tragué saliva en el momento en el que su potente aroma volvió a golpearme.

Podía sentir como su lobo me llama y como mi lobo rasgada dentro de mi para estar cerca de su pareja, pero no debía sucumbir debía resistir.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora