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Cuarto día de celo ...

Me despierto y apago el despertador antes de que la maldita alarma suene. No tengo ganas de nada, solo quiero seguir durmiendo.

Cansado miro el techo de mi habitación durante unos segundos y sonrió tranquilo, me estiro un poco en la cama y al final cabo levantándome. Con paso lento me acerco a la silla de mi escritorio y empiezo a desvestirme, el contraste de temperatura hace que mi piel se erice.

Una vez vestido y preparo mi maleta con todo lo que voy a necesitar para hoy, cuando ya está todo guardado me aseguro de coger la cartera, mi móvil y los auriculares.

Dejo salir un suspiro y me encamino hacia la puerta de mi habitación.

Con extremo cuidado me aseguro de abrir la puerta, hago todo lo que está en mi mano para que no se escuche el movimiento de la puerta al ser abierta, y cuando está ya está abierta salgo de mi habitación.

Una vez fuera de mi habitación hago el mismo proceso que hice para abrir la puerta, con mucho cuidado cierro la puerta y me paro durante unos segundos en el pasillo para escuchar, desde la distancia me llegan los ronquidos de mis padres. Suspiro tranquilo y empiezo a bajar las escaleras con cuidado.

Seguramente, cualquiera que me viera pensaría que estoy haciendo algo malo, pero no, no es eso lo que estoy haciendo.

Lo que estoy haciendo escabulléndome de casa, si, habéis leído bien, me estoy escabullendo. No aguanto ni un minuto más dentro de mi casa, estoy hasta las narices de tener que aguantar a mis padres.

Como vuelva a escuchar a mi padre aporrear mi puerta mientras me grita algunas de sus mierdas sobre que mi aroma le da asco o qué sé yo, os juro que cojo lo primero que tenga a mano y se lo tiro a la cabeza.

"No entiendo porque no lo has hecho todavía" me reprende mi lobo, el cual está visiblemente molesto con mi progenitor.

De hecho, los dos lo estamos, desde que empezó mi celo estoy encerrado en mi cuarto a cal y canto. Y no hay que ser un genio para saber que lo hago para evitar a mis padres todo lo que posible, no "hablo" con mis progenitores cuando estoy normal, así que no hay que ser un genio para saber que los voy a evitarlo todo lo que sea posible hasta que mi celo termine.

Con cuidado voy hasta la cocina y cojo algunas cosas para comer. Cojo unos paquetes de galletas y una botella de agua, ya con todo listo me acerco hasta la puerta de casa salgo procuro hacer el menor ruido posible, una vez fuera miro la fachada de mi casa y suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo.

¡Por fin fuera! celebro.

Con el corazón un poco más calmado me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia la parada de autobuses, una vez allí me coloco los auriculares y espero a que el autobús llegue, mientras espero veo como algunas personas me miran y cuchichean y es ahí cuando caído que he olvidado lo más importante.

No he traído el maldito neutralizador, cabreado conmigo mismo me pongo de pie y doy un paso en dirección a mi casa, pero me paro en seco. Si Jungkook llega a levantarse y a verme me preguntará a donde estoy yendo cuando aún estoy en celo, y siendo sincero, no tengo respuesta para eso.

Cabreado por mi torpeza me paro en donde estoy y valoro mis opciones.

Puedo ir a casa a coger el neutralizador, enfrentándome a la posibilidad de que mi hermano se despierte y me pregunte qué es lo que estoy haciendo. O ... puedo coger e ir a la farmacia a comprar uno.

"Yoongi" mi lobo interrumpe mis pensamientos.

¿Qué? Le pregunto cabreado.

"..." mi lobo dura un poco en hablar, pero al final dice las palabras que menos quería escuchar en este precioso momento "olvidados el dinero"

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora