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Jungkook

Después de que hyung me diera el papel con la dirección de Jade no pude evitar sonreír como un bobo.

¡Tenía la dirección de mi omega!

En este momento lo único que quería era salir corriendo e ir directo a la casa de Jade, quería explicarle todo, pero por desgracia, no podía hacerlo. Y todo por dos motivos fundamentales.

Primer motivo, era muy tarde. Si le dijera ahora a hyung que tenía que salir de casa para hablar con alguien, me dirá que no. Alegando que si necesitaba hablar con esa persona podía llamarla por el móvil, cosa que estaría bien si yo tuviera el número de teléfono de Jade, pero no lo tengo.

Y aquí es donde se presenta el segundo problema, ¿cómo le digo a hyung que necesito que me dé el número de teléfono de su amiga sin que resulte raro?

Así que como podéis imaginar tuve que olvidarme de la idea.

Resignado me fui a mi cuarto y me metí en la cama. Di vueltas y vueltas, sin pegar ojo, porque mi cerebro no para de imaginarse todos los posibles escenarios con mí pareja.

Ella sonriéndome.

Ella evitando mirarme.

Ella ignorándome.

Ella alejándose.

Seguía dándole vueltas al asunto hasta que al final el cansancio pudo conmigo y me dormí.

Ahora mismo me encontraba muy nervioso, apenas había dormido y ahora que estaba delante de Jade estaba aterrado.

¿Qué pasaba si no quería escucharme?

Aterrado levanté la vista de mis zapatos y la miré, ella me estaba mirando esperando a que comenzara a hablar, pero yo era incapaz de pronunciar palabra, volvía a pasar lo mismo que cuando la conocí.

¿¡Qué hago?!

No sabía qué hacer, las palabras no querían salir por mi boca y se notaba que ella empezaba a cansarse de esperar a que yo hablara.

Lo intenté de nuevo, pero fue inútil, no podía pronunciar palabra. Molesta me frunció el ceño y empezó a levantarse.

¡NO TE VALLAS! Quise gritarle, pero seguía sin poder hablar.

Desesperado hice lo único que se me ocurrió, me levante corriendo, le agarre el brazo y la atraje a mis brazos. Estaba utilizando mi último recurso.

La abracé con todo el cariño y cuidado que pude, con mi abrazo intentaba transmitirle todos mis sentimientos. Tenía miedo de que rechazara mi abrazo, si eso pasaba no sabría qué hacer, pero ella no hizo el intento de librarse.

Me abrazo de vuelta, era un abrazo un poco torpe, pero era placentero, reconfortante. Jade tenía su cabeza apoyada en la curvatura de mi cuello y yo apoyaba mi mejilla contra su cabello. Era un abrazo de reconciliación.

- Lo siento – conseguí hablar por fin. – No es lo que piensas, Tae y yo solo somos amigos – le aseguré desesperado, sonaba como la típica escusa de las películas, pero esa era la realidad. Tae y yo solo éramos y siempre seríamos amigos, porque Jade era mi pareja y Tae no podía ocupar su lugar.

Es verdad que me había enamorado de mi mejor amigo, pero después de verla a ella todo había cambiado. Es cursi que lo diga yo, pero, fue amor a primera vista.

Ella alejo su cabeza de mi cuello y me miro, me escudriño minuciosamente con la mirada intentando adivinar si le mentía.

- Te creo – me segura mientras me da una pequeña sonrisa.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora