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Jin

Salí corriendo del trabajo para no llegar tarde a la tutoría con el señor Kim, lo último que quería era dejarle una mala impresión.

No sé qué me estaba pasando, pero desde que colgué la llamada no pude estarme quieto. Revisé mi aspecto varias veces hasta que estuve satisfecho con el resultado y además me aseguré de que mi ropa estuviera bien, sin manchas ni arrugas.

Aunque me preguntaba el por qué estaba actuando de esta manera, me intrigaba y preocupaba mucho más el comportamiento de mi lobo.

Desde que colgué la llamada no se había estado quieto, no paraba de repetir una y otra vez el nombre del profesor de mi hija.

"Kim Namjoon, Kim Namjoon, Kim Namjoon ..."

Y si eso no era suficiente, de vez en cuando dejaba salir un suspiro emocionado.

Este comportamiento era súper raro en él, la única vez que lo sentí así de alterado fue cuando nos enteramos que nuestra difunta esposa, Mercedes, estaba embarazada de Jade.

Si habéis leído bien, no fui yo el que quedó en cinta, fue mi mujer.

Entiendo que os quedarais en shock, incluso yo lo estuve cuando me enteré.

El embarazo de Mercedes fue algo muy raro, ella era una beta y yo era el omega, se suponía que el que debería de haber quedado en cinta era yo, pero no, fue ella la que acabó embarazada.

Muchas veces juzgaron a mi esposa, incluso hubo ocasiones en la que me llegaron a preguntar si él bebe que ella llevaba dentro en verdad era mío.

Incluso yo en un principio dude de ella, pero la conocía, la conocía lo suficiente y sabía que ese no era el caso. Mercedes nunca me engañaría al igual que yo nunca la engañaría a ella.

Yo amaba a mi esposa y ella me amaba a mí, y Jade era la demostración viviente de ese amor que nos teníamos el uno al otro, el cual, a día de hoy seguía igual de fuerte, a pesar de que ella ya no estaba a mi lado.

Mi hija, mi princesa, mi Jade. Ella es lo único que me inspiraba para seguir adelante.

Es por eso que me cité con su profesor, si algo le pasaba a mi pequeña debía saberlo, necesitaba saberlo.

Llegué agitado a su instituto, inspiré un poco de aire para relajarme y avancé, al entrar lo primero que hice fue mirar la hora en mi muñeca.

¡Genial!, llegué con tiempo de sobra me felicité a mí mismo.

Había corrido casi todo el camino hacia aquí, así que estaba aliviado de que todo ese esfuerzo no había sido en vano.

Mucho más tranquilo fui hacia la secretaria de la escuela para que me indicaran donde estaba la clase cuatro de primer año.

Una amable señora me guio hasta allí y me pregunto con qué profesor me había citado.

- Espero al profesor Kim Namjoon – no pude retener el escalofrió que sentí al pronunciar su nombre en voz alta, este escalofrío fue acompañado por mi lobo el cual soltó un gruñido gutural.

- Muy bien, espere aquí mientras voy a avisarlo.

La señora se fue cerrando el aula tras de sí.

Aproveché el momento y dejé que mis ojos vagaran por la clase.

Hacía tantos años desde la última vez que había pisa un aula de clase ... las mesas, las sillas, la pizarra llena de tarea, todo era tan nostálgico.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora