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Cuando los dos termináramos de comer nos fuimos a la sala de estar y vimos un rato la televisión, ninguno de los dos habló, el silencio se hacía cada vez más pesado y yo empezaba a frustrarme así que apagué la televisión y me fui a mi habitación.

Jungkook no me dejó solo en ningún momento, pasamos la tarde juntos en mi habitación haciendo los deberes y hablando en algunas ocasiones. Yo no dije nada y él no preguntó en ningún momento.

La tarde pasó rápidamente y antes de que nos diéramos cuenta ya era de noche y nuestros padres ya estaban de vuelta.

Nos duchamos y bajamos para cenar todos en familia, el ambiente estaba un poco pesado, pero ninguno de mis padres le dio importancia, ya que por regla general este era el ambiente que se generaba en casa siempre que teníamos que actuar como una "familia".

Las conversaciones eran las misma de siempre, mi madre nos preguntaba cómo nos había ido el día y nosotros respondíamos, entonces mi padre decía algunos de sus comentarios despectivos hacia mi persona y ya, esa era la rutina.

Por regla general no les doy importancia a ninguno de sus comentarios, total, no me importa lo que mi padre pueda llegar a pensar de mí. Siempre me está menospreciando y no tiene en cuenta mi opinión en ningún momento, pero hoy, después de mi recaída, no soy capaz de hacerle frente.

Me siento inferior, frágil y débil, no me gusta sentirme así, así que recojo mis cosas y voy a lavarlas.

- Este niño – dice mi padre en su habitual tono despectivo – yo no te he criado para que seas así.

¿Criado?

"Grrr" le gruño molesto mi lobo.

- Ya cariño – intenta tranquilizarlo mi madre.

- Cállate – le grita él.

¡No le grites a mi madre!

- La culpa es tuya – se desquita con ella – si me hubieras dado a un alfa como te pedí ahora no habría ningún problema, pero tuviste que dar a luz a un inútil omega.

Dicho esto, se hizo un silencio sepulcral, nadie dijo nada, agaché la cabeza conteniendo aun las lágrimas y seguí fregando los platos como si no hubiera oído nada.

Una vez terminada mi tarea me volví, mi madre no se atrevía a mirarme, desviaba la mirada mientras comía, Jungkook me miraba apenado y mi padre ... todo en él reflejaba el asco que sentía hacia mi persona.

- Buenas noches – susurré, no esperé ninguna respuesta y salí de allí.

Nada más salir de la sala escuché a mi padre y a mi madre preguntarle a Jungkook por su día, hablaban tranquilamente, era como si en ningún momento hubiera estado allí con ellos. Como si no hubieran dicho que sería mejor que no hubiera nació, aunque no lo dijeron con esas palabras.

Hablaban tranquilamente con un tono alegre e interactuaban unos con otros, las voces de mis padres sonaban felices. Contuve las lágrimas y me fui a mi habitación.

Cerré suavemente la puerta y me apoye en ella, solté un suspiro frustrado y me deslice hasta el suelo.

Rodeé mis rodillas con mis brazos y permití que mis lágrimas salieran.

Lloré en silencio, sin emitir ningún ruido, no quería que me escucharán, no quería que mi padre supiera que aún a día de hoy sus palabras y sus continuos desprecios todavía me seguían hiriendo.

Lloré en silencio un rato y cuando estuve un poco más tranquilo me puse de pie, miré mi habitación triste.

¿Por qué no me quiere? me pregunté a mi mismo

¿Por qué te a vergüenzas tanto de mí? ¿Es mi culpa? ¿En realidad soy yo el culpable de todo? seguí lanzando preguntas al aire.

Hoy no era mi día, eso estaba claro.

"Yoongi, vete a dormir" me sugiere mi lobo "ahora mismo no eres tú mismo, vete a dormir y descansa" no discuto con él, me meto en mi cama, enrollándome con las sabanas e intente dormir.

Pasa el tiempo, pero yo todavía estoy despierto, estoy por levantarme cuando escucho como alguien abre la puerta de mi habitación.

Me tenso al instante, escucho como esa persona se acerca a mi cama, mis sentidos están alerta esperando para ver que hace esa persona. Me quedo quieto en mi cama y hago como que estoy durmiendo, el desconocido se acerca más y es en ese momento que noto el olor a caramelo.

Es Jungkook pienso aliviado.

Jungkook se sienta en mi cama y me acaricia el pelo.

- Lo siento hyung – se disculpa conmigo.

¿Por qué te disculpas?

- Siento que tengas que aguantar todo esto – me dice triste, noto como le tiembla la mano mientras me acaricia – no es justo que tengas que soportar todo eso – sé a qué se refiere, me remuevo un poco y Kookie aparta apresuradamente su mano, esperando para ver si me ha despertado, cuando se da cuenta de que todavía tengo los ojos cerrados vuelve a acariciarme. Se queda un rato así, acariciándome, no dice nada solo me acaricia y poco a poco empieza a entrarme el sueño que hasta hace nada escapaba de mí.

Es curioso, hace un momento me sentía desolado y dolido pero las caricias de Jungkook y sus palabras tiernas han conseguido tranquilizarme. Seguía sintiéndome mal, pero ahora era un sentimiento mucho más llevadero.

- Deberías irte de casa hyung – suelta de sopetón, su comentario me tomo por sorpresa. Me hace espabilar a en un momento.

¿Tú también me odias Kookie?

- No es porque te odio hung – se apresura a decir – pero creo que serias más feliz fuera de esta casa, alejado de todo lo que te daña – me aclara.

No pudo ser feliz si tú no estás ahí.

"Hum" mi lobo también me da la razón.

- Aunque yo me iría contigo – aparta su mano – ¿estaría feliz si me fuera contigo hyung? – me pregunta inocentemente, sonrío feliz al escuchar su pregunta.

Claro que estaría feliz idiota.

Después de nuestra conversación, en la que sólo hablo Jungkook, se levanta de mi cama y se me acerca para darme un beso en la frente.

- Te quiero mucho Yoongi hyung – susurra mientras apoyaba su frente en mi cabeza – no lo olvides nunca – me pide.

Dicho esto, se aleja de mi cama y sale de mi habitación, dejo salir un suspiro una vez solo.

- Quien diría que sería el hermano pequeño el que consolarla al mayor – digo divertido.

"Jungkook es un gran chico" me dice mi lobo.

- Lo es – le aseguro.

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Aquí tenéis el cap 16.

Maratón 1/3.

Nuestro encuentro [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora