Nuestro encuentro [PAUSADA]

~ 19 ~

Hace calor, duele, hace calor, duele ... eso es todo en lo que pienso en este momento.

- Tranquilo Yoongi – oigo como alguien me habla, pero no soy capaz de prestarle atención, en todo lo que puedo pensar es en el calor y el dolor que siento.

- D-Duele – lloriqueo abrazándome a mí mismo.

- Tranquilo – intenta tranquilizarme el desconocido, abro los ojos con pesadez y miro a la persona que está a mi lado, al ver que el desconocido resulta ser mi profesor me relajo considerable.

- D-Duele – vuelvo a quejarme.

- Sé que duele – me asegura – pero ya verás que todo termina pronto, lo miro sin comprender.

- L-lo promete – le pregunto débilmente, intento reincorporarme y es en ese momento en el que me doy cuenta de que mis ropas están hechas un desastre.

¿Qué ha pasado?

Hago memoria sobre los acontecimientos del día, lo último que recuerdo, es estar en clase con mis compañeros y que de repente empecé a sentirme mal. Empecé a tener calor y a sentir pinchazos en mi vientre, preocupado me alejé de ellos, pero cuando quise irme ellos me acorralaron. Recuerdo estar forcejeando con ellos para que me soltaran, supongo que mis ropas acabarían así después del forcejeó, hago memoria para recordar cuando llegó el profesor, pero no soy capaz de acordarme. Bueno, da igual, de todas formas, lo importante es que ahora estoy bien, me digo a mi mismo más aliviado.

- Lo prometo – la voz de mi profesor me saca de mis pensamientos, y hace que sea consciente de mi entorno.

Nos encontramos en un salón de clases, el cual esta oscuro y sucio, lo más probable es que lleve tiempo sin usarse.

Seguramente no viene mucha gente por aquí me digo a mi mismo, y es este pensamiento el que hace que algo dentro de mi grite peligro.

Me giro rápidamente y miro a mi profesor, el cual no deja de mirarme, intento taparme cómo puedo, la mirada de mi profesor me pone los pelos de punta.

- ¿P-Profesor? – mi voz se oye temblorosa mientras miro al hombre que está delante de mí, trago saliva al ver su mirada.

- Tranquilo Yoongi – vuelve a repetir – no te haré nada malo – sigue mirándome y cada vez me siento más incómodo, esa no es la mirada de un profesor por un alumno, él me mira como si fuera un trozo de carne y eso solo hace que empiece a asustarme.

Tragué y apreté el cuello de mi camisa, barro con la mirada toda el aula intentando buscar alguna salida, las ventanas están tapadas o cerradas y las puertas se encuentran detrás de este hombre.

MIERDA.

Intento buscar algo que me sirva para defenderme, pero no hay nada, la habitación está vacía salvo por las estanterías del final, las cuales solo tienen algunos libros con polvo.

- P-Pro-Profesor – no se ni como me salió la voz, estaba cagado de miedo, tengo la piel de gallina y noto un sudor frio por todo mi cuerpo.

¡Tengo que salir de aquí! me digo desesperado, pero no hay mucho que hacer, la salida está detrás de ese hombre y mis únicas armas son un par de libros mohosos en una estantería en la esquina del aula.

Si soy sincero no tengo muchas posibilidades.

Es en este momento en el que noto que empieza a escurrirse por mis piernas un líquido que sale de mi trasero, miro a mi profesor que me mira con los ojos de un depredador mientras olfatea el aire que nos rodea.