Epílogo

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5 años y medio después...

Los milagros en la vida algunas veces suceden sin explicación, existe un misterio detrás de cada respiro, detrás de cada mirada, detrás de cada lágrima, detrás de cada suspiro. Muchos no son capaces de sobrevivir, algunos ya se hubieran rendido, pero no existe amor más fuerte como el de ellos, la vida los golpeó muchas veces, fueron víctimas del odio y la confusión, pero aun así, vencieron.

Sus infinitos volvieron a encontrarse para nunca volver a separarse.

Ha pasado mucho tiempo, cruzaron senderos desconocidos, hoy con 2 hijos y un perro, se sienten completos, sus sentimientos no han hecho más que crecer.

El primero Damon Ludwig, en honor a sus abuelos, igual a su padre, lo recibieron con mucho miedo de fallar, de no saber cómo enfrentarse a una vida que les daría la mayor lección de sus vidas, "Aprender a vivir con otra parte de ellos", se enfrentaron a la realidad de ser padres, ya no vivían para sí mismos, vivían para alguien más, colocaron todo su esfuerzo, querían a un niño amado pero disciplinado, fallaron en el intento, sus corazones son demasiado serenos como para eso, aun así, creció siendo un niño amable, de aquellos que encantan e iluminan con solo sonreír.

El segundo, fue una inesperada sorpresa, no estaba en sus planes, pero les nació una niña, igual a su madre, Jane Rose, en honor a su abuela paterna, y en representación de las rosas, símbolo importante de sus padres, nació entregándoles la maravillosa experiencia de saber que pueden sentir nuevamente un amor único como ese, sin tanto miedo que los carcomiera por dentro, ya con un poco de experiencia, les fue más fácil sobrevivir, con un papá extremadamente celoso con el que ella a medida que crezca tendrá que lidiar, pero con la ventaja de tener una mamá que será su cómplice.

A ellos se le sumo Spike, un golden retriever, que llego causando desastres, su amigo más fiel, los lleno de alegrías, se transformó en el compañero de sus hijos, es juguetón y a veces brabucón, pero ama plenamente a sus dueños, le encanta morder los zapatos y comerse a escondidas las sobras de la comida.

Como ven, después de una tormenta que duro años, llego la calma para quedarse, no solo aprendieron a caminar bajo la lluvia, si no que recordaron abrir la sombrilla o mejor aún mojarse y bailar debajo de ella.

El sol vuelve a aparecer, la primavera vuelve a renacer y las flores comienzan a florecer, no importa el frio cuando una cobija puede mantenerte caliente, es cuestión de actitud, es cuestión de aprender.

Ella aprendió a tomar las decisiones en base a su felicidad, dejó de sentirse culpable por ser feliz, consiguió ser madura emocionalmente, entendió que está bien equivocarse, pero que está mal no levantarse, que primero debe amarse sin perderse para no fingir y olvidarse.

Él entendió que encerrarse no lo ayudaría a evolucionar, que hacer amigos también llena el alma, que desahogarse le hace bien al alma, se reivindicó, ya no se siente culpable, es una mejor versión de si, lo más importante fue que aprendió, a encontrarse con las personas que ama.

Allí, en el patio de su casa, estaban ellos sonriendo, viendo a sus niños y su perro correr, no les cabía tanta felicidad en el pecho, ratificaban una vez más que el amor que estaban viviendo les regalaba momentos únicos e irrepetibles, guardados para siempre en la eternidad.

No les quedaba más que disfrutar...

Ethan y Elonor, ahora debían seguir escalando a través de ellos...

Fin. 

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