Capitulo 24: Aprender a sonreír.

860 56 4
                                    

POV Ethan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV Ethan

27 de septiembre del 2013

Aprender a soltar la soga que nos lastima, no es nada fácil cuando todo lo que te aferra a ella es el amor, el cual tienes miedo de que se vaya y no vuelva para siempre, no importa que tanto dolor puedas sentir, cuanto estas sangrando, lo único significativo es impedir que en algún punto se desate.

¿Qué tanto se puede romper algo?

¿Mucho?

¿Poco?

No existe una respuesta correcta.

Porque no es que tanto se fractura, cuando desde un principio no puedes repararlo.

Por lo tanto la pregunta sería ¿Vas a destruir algo sabiendo que no podrás volver a colocarlo de la forma en la que estaba?

No importa el nivel en el que algo queda destrozado, lo importante es recordar que desde el inicio no debes arruinar lo que estaba intacto.

Es increíble cómo sin darnos cuenta la vida va cerrando tus cicatrices, hace tan solo unos días mi vida estaba en el fondo de un abismo pero hoy puedo sentirme mejor, ya no más ese hijo de puta que tenía una vida miserable... Aunque eso no ha cambiado mucho, mi actitud sí, estoy aprendiendo a dejar mi pasado en donde debe estar, a pesar de seguir deseando los malditos labios de Eleonor, y no solo eso, todo su cuerpo...

Me estiro sobre la silla, intentando alejar las ganas de querer salir corriendo de la oficina, aquí el trabajo no termina nunca, me han dejado a cargo de todo este desastre, Miriam, no hace más que quedarse en casa, mi hermano no sale de su terapia, la muerte de papá no les ha hecho nada bien, he intentado alentarlos a seguir con sus vidas haciéndome el más fuerte pero no funciona, tal vez cada uno irá lidiando con su dolor poco a poco...

Suena el teléfono de la empresa, anunciando que mi secretaria tiene algo que decirme...

Dime Clarise...

Señor, acaba de llegar la nueva gerente de la empresa D'Santies Corporation, ¿La hago pasar?

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Maldigo internamente, joder, se me había olvidado por completo esta reunión, por suerte siempre tengo un haz bajo la manga, esto no puede salir mal, es uno de los proveedores importantes que tenemos.

¿Señor?

Sí, que pase.

Corto rápidamente y me acomodo, se abre la puerta apareciendo una mujer hermosa, siento como mi hombría se desestabiliza, es la rubia más sexy que he visto en mi vida...

¡Wow!...

Tiene unas piernas admirables, su cara está perfectamente creada, sin duda esto es obra de los Dioses.

Volver a VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora