23 de noviembre del 2013
El corazón se siente más cálido cuando aprendes a vivir con las decisiones que has tomado, cuando aceptas que a veces tienes que lidiar con el hecho de que ya algo fue escrito para ti, que a pesar de querer cambiarlo, la vida te lleva de vuelta al camino que debes seguir.
Muchas de las cosas que nos hacen retroceder es el hecho de que el corazón sigue latiendo por los sueños y anhelos guardados dentro del alma, lo que nunca llegamos a entender es que aun cuando el universo decidió, también te da la oportunidad de llenar algunos vacíos con tus propias aspiraciones, el problema es que somos incapaces de ocupar ese pozo sin fondo, por miedo a hundirnos dentro de el.
Y yo... no quiero hundirme.
Por eso es que a veces se nos va el tren, y culpamos a todo lo que está a nuestro alrededor, pero ¿Es culpa de algo externo o de nosotros? ¿Quién nunca se atrevió a hacer algo diferente los demás o nosotros mismos?
Así que no puedo culpar ni al destino, ni a nadie de mi soledad, yo decidí estar aquí, aunque con ello haga a un lado mi felicidad y mis sueños.
Las semanas están pasando tan rápido que no puedo creer que falten solo treinta y cinco días para la boda, he estado tan concentrada en que todo quede perfecto que mis pulmones en cualquier momento se quedaran sin aire, no pensé en emocionarme pero desde niña soñé con que ese día, caminar al altar vestida de blanco, con un vestido hermoso, en el que parezca una princesa de cuento, no es la forma en la que esperaba que sucediera todo, pero me llena de alegría.
Hoy me encuentro en la casa de mis padres nos reuniremos en familia tenemos tanto tiempo sin estar juntos que ya era hora, pensé que nos veríamos seguido ya que por fin todos permanecemos mucho más tiempo en la misma ciudad, pero mis hermanas y yo tenemos una vida tan complicada que es difícil lograrlo.
— Me siento tan feliz de tenerlas aquí — dice mi madre muy contenta — no puedo creer que ya estén grandes y tengan su propia vida, hicimos un gran trabajo con ustedes, soy una madre orgullosa.
— Mamá no me pongas sentimental — manifiesta Chloris.
— Creo que es hora de que nos pongamos al día — declara fanfarroneando mi padre — comienzo por decirles que lo que mi corazón anhelaba para ustedes era verlas sonreír, y veo que eso hacen, por ello quiero preguntarles ¿Son realmente felices ahora? — trago con dificultad.
— Papá, gracias a ustedes somos unas mujeres independientes y exitosas, todo lo que somos se lo debemos, sabes — se toca la barbilla como si pensara un momento lo que va a exponer — me mude aquí dejando una parte de mi carrera atrás, fue difícil porque actuar lo era todo, pero no lo lamento, incluso en este momento que estoy atravesando una etapa muy difícil con Jacob no me arrepiento de esa decisión, me siento libre y completa, es la primera vez que puedo tomar mis propias decisiones, estoy con la persona que quiero estar el resto de mi vida, me he aferre tanto a mi profesión que casi me pierdo y créeme que no permitiré que eso suceda, estoy enseñando a muchas personas mi pasión, pero lo que más quiero que aprendan es a no colocar ese sueño por encima de ellos, me he dado cuenta que no hay nadie en este mundo que me haga feliz como él, es demasiado increíble, comenzare una serie pronto, lo mejor de todo es que la grabaré sin cambiar mi ubicación ¿No es increíble? — suspira sintiéndose orgullosa, liberando por fin todo lo que siente.
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Volver a Verte
Romance¿Qué pasaría si te encuentras nuevamente con la persona que rompió tu corazón? ¿Lo perdonarías?... ¿Qué pasaría si el mundo que te rodea no es exactamente como te lo imaginas? ¿Lo soportarías?... Este no es de un juego de ruleta rusa, esta es la v...