Capítulo 34: Todo fue mentira.

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Me levanto de un respingo, con dolor en el cuello, me quede dormida anoche en el suelo, ni siquiera me dio hambre en todo el día, me siento como una flor que está a punto de marchitarse, seca, vacía y sola, mi felicidad no está en el camino que de...

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Me levanto de un respingo, con dolor en el cuello, me quede dormida anoche en el suelo, ni siquiera me dio hambre en todo el día, me siento como una flor que está a punto de marchitarse, seca, vacía y sola, mi felicidad no está en el camino que decidí tomar, Ethan abrió muchísimo más mis cicatrices, lo extraño como nunca antes lo hice, ojala con un deseo pudiera cambiar mi realidad, mirar ese vestido de novia colgado en la pared destruye mi corazón, recuerdo lo molesta que se puso Chloris la primera vez que le dije que lo iba a comprar en una tienda y no sería ella quien me lo diseñaría, nunca pude darle una razón convincente, no podía decirle que ella solo podía diseñar mi vestido si me casaba con Ethan.

Me dirijo hasta la ducha, me baño, cepillo mis dientes, me coloco algo cómodo, pido servicio a la habitación, ahora solo tengo ganas de comerme hasta un elefante, literal, me siento en la cama a ver el reguero que tengo, podría leer mil veces estas cartas y seguir enamorándome más, pero...

¿A quién engaño?

No tengo el valor suficiente de salir corriendo a buscarlo, de cancelar la boda y gritarle al mundo que yo solo soy feliz con él, no me juzguen es difícil...

No se cómo mirarlos, como mirarme, sin sentir culpa y decepción de mí, por un lado a Chadd enfermo, con ganas de decirle que no lo amo que no puedo seguir con esta mentira, recuerdo los días en que éramos felices, al final solo estaba cegada, encerré todo lo referente a Ethan, para vivir una vida que no quería, una que necesitaba para aliviar el dolor de sus recuerdos, todo lo que teníamos ahora no está, si, era feliz, pero no la felicidad que quieres para siempre, esa no era, mis cicatrices estuvieron abiertas, jamás pude sanarlas, él solo fue mi escape a la realidad que estaba viviendo.

Pero con Ethan... Con él las cosas no puedo describirlas, nunca quise necesitar a alguien, hasta que me enamoré perdidamente de todo lo que es, nadie puede hacerme sentir lo que él hace con solo mirarme, incluso si no lo hace, mi cuerpo se debilita, no hay nada como nosotros, lo tuve lejos por tanto tiempo, y esa distancia no pudo apagar nuestro amor.

Mi cabeza en cualquier momento va a explotar...

Recibo el desayuno y me siento a comer en el sofá, mientras veo el sobre, es lo único que falta por abrir, me intriga saber por qué quiso que lo viera de último, si fuera por mí ya lo hubiese visto, porque la verdad no me gusta seguirle las reglas, me aguante, ya que si no, no hubiera tenido chiste... Me llevo un poco de fruta a la boca, tomo un sorbo de jugo de naranja, agarro el sobre, miro que tiene una nota:

"Nunca quise escribir palabras que pudieran destruirte, pero a veces llegan momentos en la vida donde debes hacer las cosas que no quieres, he descubierto una verdad, que preferiría fuera mentira, en este sobre encontraras la puerta a la felicidad, pero antes sé que pasarás por una situación difícil, recuerda que después de la tormenta, siempre llega la calma, no te culpes, aquí nadie tiene la culpa, solo él...

"Si hay una cosa que he aprendido con los años es que sólo se necesita una persona... un momento para cambiar tu vida para siempre. Para cambiar tu perspectiva. Colorear tu pensamiento. Para obligar a revaluar todo lo que crees saber. Hacer que te hagas las preguntas más difíciles; ¿Sabes lo que eres? ¿Entiendes lo que te ha sucedido? ¿Quieres vivir de esta manera?"

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