Embarazada 2 ~ 5

4.2K 284 20
                                    

Narra Peter:

No sabía lo que estaría pensando Agustín en ese mismo momento, pero yo no me había olvidado ni de Lali ni de mis hijos.

Pero Blanca había ocupado el profundo vacía que me había quedado al marcharme de Buenos Aires. Me había ayudado mucho, y ahora no la podía sacar de mi cabeza tan fácilmente. Aunque me había faltado por decirle una cosa importante a mi nueva novia, que estaba casado y que era padre de dos hijos mellizos.

Agus me miraba asombrado, con los ojos muy abiertos. No se creía que no le hubiera dicho a Blanca algo tan importante como lo era "eso", pero tampoco había tenido ocasión. Por no decir, que me daba una profunda vergüenza hablarla de eso.

— ¿Aún, después de tanto tiempo, todavía no has sido capaz de contarle a Blanca lo de Lali?

Negué con la cabeza:

— No, no he podido.

— Claro, no has podido. Si le dijeras eso a Blanca, ella te dejaría. Por eso te da tanta vergüenza, por eso tenés miedo de decirle.

— No, no es por eso Agus — dije rascándome la nuca.

Agus levantó una ceja y me miró seriamente.

— Buen, está bien. Acepto que me da mucha vergüenza, pero no tengo miedo de que blanca me deje por eso. Ella me quiere — dije. Sinceramente pensaba que blanca me quería, y de que no me dejaría por cualquier tontería —, y no me dejaría tan solo por ser padre.

— ¿Y por estar casado?

Tosí:

— Tampoco.

— ¿Seguro?

— Creo.

— Así que... No estás seguro, ¿verdad?

Suspiré:

— Me quiere Agus, no creo que me dejara por esa tontería. Blanca es una persona madura, buena, ha recibido muy buena educación, y no iría a dejar al hombre que ama solo por esas dos tonterías.

— Te corrijo, Lali y los bebés no son tonterías.

Me quedé callado. Eso era verdad, Lali y mis hijos no eran tonterías. Y también estaba haciendo mal en no tomar un vuelo e irme a Buenos Aires a verlos. Pero claro., tal vez si hacia eso, Blanca descubría todo, y prefiera decírselo yo mismo cuando llegara el momento.

— Decí algo tarado — dijo Agus frunciendo el ceño.

— Nada... ¿Crees que hay todavía lugar en tu vuelo?

Agus sonrío como hace mucho tiempo que no lo hacía:

— ¿En serio querés volver a Buenos Aires?

— Primero quiero explicarle a Blanca que me voy, y en el caso de que ella no se oponga, te acompañaré, iremos los dos juntos a Buenos Aires.

A Agus se le borró la sonrisa de la cara y suspiró:

— ¿En serio dependés de Blanca para poder irte o no a Buenos Aires a ver a tu esposa y a tus hijos? ¿Tan pollerudo te volviste?

— Agus, no puedo irme así como así. Creo que lo mejor que puedo hacer es explicarme a blanca que me voy por algo, y ya está. Ella seguro que está de acuerdo.

— Me da igual, pero boludo, no tenés que preguntarla todo.

— ¿Y qué querés? ¿Qué me vaya de la nada sin decir nada?

— A Lali no la trataste tan bien cuando dejaste Buenos AIres. No la enviaste ni una maldita carta, así que ahora no la trates de forma diferente a Blanca.

Suspiré:

— Te repito que no me puedo ir sin decirla absolutamente nada.

Agus también suspiró:

— Una llamada rápida. Iré a comprar el billete.

— No tengo ropa... — musité.

— En tu casa de Buenos Aires tenés ropa. Y en Buenos Aires hay tiendas, podés comprar ropa, zapatos, comida, perfume... Así que dale, llamala y decila que te vas, no que te dé permiso para que te vayas.

— Está bien, dale. Anda a comprar el pasaje — dije agarrando mi cartera. Saqué un par de billetes —. ¿Con esto estará?

Agus agarró la plata:

— Sí, de sobra.

Agus se dio la vuelta con mi plata y caminó hasta el puesto de la venta de pasajes. Tomé aire y saqué mi celular del bolsillo. Lo desbloqueé y busqué el contacto de Blanca. Entonces la llamé:

— ¿Hola? ¿Amor? — preguntó ella con una voz muy dulce.

— Hola Blanca, mi amor. ¿Cómo estás? ¿Todo bien?

— Sí, todo bien. ¿Ya se ha ido Agus?

— Aún no, todavía estoy con él en el aeropuerto.

— Bueno, ¿volverás después de que embarque en el avión?

Sí, era buena, dulce y amorosa, pero algo controladora también:

— Claro. Aunque, había pensado en algo.

— ¿En qué?

— En ,marcharme con Agus a Buenos Aires. Hace mucho tiempo que no veo a mi familia mi amor, y bueno, me encantaría verla. Pasar en Argentina unas dos semanas, y después regresar.

— ¿Y yo?

— Seguro que me estarás esperando en Australia...

— Pero te voy a extrañar...

— Y yo a vos también te voy a extrañar mucho amor. Pero debés de entender que quiero ver a mi familia. Hace mucho tiempo que no la veo, y ellos también me extrañan. Tan solo serán dos semanas después regresaré.

— ¿Me lo prometes?

— Claro que te lo prometo mi amor. Voy a volver con un montón de regalos para vos.

— Te amo...

— Yo también te amo.

— Portate bien y no te enamores de nadie, yo te estoy esperando.

— Claro — en ese momento, se me hizo un nudo en la garganta al pensar en Lali y en los nenes, pero en especial, en Lali. Seguramente que iba a volver a verla, y en ese momento, mi corazón se confundiría aún más. Desde que había conocido a Blanca se había confundido y dividido en dos, una parte era de Lali, y otra era de Blanca. Pero aún no sabía en que dirección navegar. Tal vez en este viaje descubriría mi destino, al amor de mi vida...

— ¿Amor? — me llamó Blanca desde el otro lado de la línea —. ¿Estás ahí? ¿Me amás?

— Sí — respondí dejando a un lado mis pensamientos —. Te amo mucho.

— Pasalo bien, pero portate bien también. Chau amor — entonces cortó la llamada. Suspiré hondo. Creo que sería uno de los peores viajes de mi vida.

Miré a Agus, quién volvía con mi cartera en una mano y con el pasaje en la otra:

— Gracias a Dios podés viajar conmigo, tan solo quedaba un lugar en el vuelo. Irás justo en el asiento de atrás de mí. ¿Has hablado con Blanca?

— Sí, no ha tenido ningún problema.

— Para creérmelo tendría que haber escuchado la conversación entera. Seguro que se puso, no me metas los cuernos, tené cuidado... Bla bla bla — se burló.

— No fue tan así.

Agus rió:

— Tenemos unas cuantas horas de camino para que me cuentes.

Reí:

— Para no aburrirnos, te lo contaré todo. 

-...-

(Subiré el próximo capítulo cuando este tenga más de 110 votos. Es mi semana de vacaciones y no estaré en mi casa, así que no presionen para que suba el siguiente capítulo porque tal vez no pueda subirlo hasta que tenga wifi).

Embarazada 2 - ¿DÓNDE ESTABAS VOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora