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Al despertar siento que mi espalda y cada músculo de mi cuerpo duelen ¡carajo! Duelen como si me hubiesen azotado toda la noche, ojalá al estilo Grey. —"Pensamientos malos, largo de este cuerpo puro e inocente" —digo para mí misma.
Me acomodo para poder levantarme y... ¿Y la almohada?, ¿la sábana? ¡¿LA CAMA?! ¡OH NO LOS EXTRATERRESTRES HAN INVADIDO EL PLANETA Y HAN VENIDO A HURTAR LA CAMA DE LUCY!

—Ya cállate no seas dramática Fiore —refuta mi hermana —y los extraterrestres no vendrían solo para robar mi cama ¡daaah! Solo te caíste de la cama anoche, y no quise despertarte. Además quise levantarte, pero me sentí más cómoda sin ti —ríe perversamente.
Estoy segura que ella me tiró de la cama. —Te mato ¡Yo te mato Lucía! —me levanto del suelo al estilo cámara lenta y me encamino a tirarme hacia ella

Alguien abre la puerta —Niñas el desayu... ¿Qué haces Fiorella? —yo abrazo fuerte a Lucy, disimuladamente le tapo la boca

—Yo, pues, solo quise darle los buenos días a Lucy —mi mamá nos ve con una mirada lasciva

—Bien las espero en el comedor, tienen cinco minutos. Y Fiorella recuerda a Rochi y tu cuarto —yo asiento y ella sale.
Lucy logra soltarse de mi agarre y corre hasta salir de la habitación.
Yo opto por ir al baño y cepillarme los dientes

Al salir del cuarto me dirijo al comedor y me dejo caer en la silla
—Señorita qué son esos modales —me reprende papá

—No es eso dad, es solo que me duele todo el cuerpo —me ve fijamente y enarca una de sus gruesas y muy definidas cejas (sí, mi padre es uno de esos hombres modernos que odia las cejas de grinch y opta por depilarlas solo lo necesario, al igual que su barba la mantiene bien cuidada) —es que esta mañana amanecí en el suelo —explico, mientas le doy una mirada furtiva a Lucy.

Mamá lleva el desayuno a la mesa. Y empezamos a comer.

Mientras como, medito sobre cómo explicarles a mis padres de mi celular y documentos perdidos. Si les digo que fue en la fiesta no me dejarán salir, así que esperaré hasta más tarde, y pondré de excusa que mientras paseaba al perro me han robado, así ya no me obligarán a pasearlo también.
¡Jaque mate señores progenitores! ¡ja!
Solo espero que no reclamen porqué no contesté las llamadas, mientras desayunamos.

—¿Estás bien Fiorella? —indaga mi madre

Yo asiento mientras me meto una cucharada con comida a la boca.

El teléfono de la casa suena, y ninguno de los miembros de mi "diligente" familia se mueve o hace seña de levantarse
—¿Nadie responderá? —indago

—Ve tú, ya que hablaste —bien, yo y mi bocota. Me levanto de mala gana y me encamino hacia la sala, estando a mitad de camino el teléfono deja de sonar, así que me devuelvo. Justo cuando iba a volverme a sentar el NO bendito teléfono vuelve a sonar.

Voy y tomo el teléfono

Aló, buenos días —contesto de mala gana

Buenos días,
con la señorita Fiorella por favor

Ella habla ¿qué deseas?

Oh bueno deseo muchas cosas, pero ésta no es la ocasión para decírtelo —dice socarron. Su voz es gruesa pero sexi. Me termino de despertar ante lo que me ha dicho, ciertamente más allá de darme miedo, pues es algo poco común, me intriga, y me asusta a la vez ¿quién diablos será?

Que chistoso ¿quién rayos eres?

Tengo tu bolso, lo has dejado anoche en la fiesta.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora