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Luego de haberme dado un baño, y vestido con ropa cómoda, salgo para desayunar.  Mi tía  ya se ha ido al parecer, pues por lo que me dijo durante la cena, hoy también trabajaría, pero que saldría temprano para que salieramos a algún lugar.
Me dirijo a la cocina, y un olor delicioso inunda mis fosas nasales.

-Buenos días -saludo cerrando los ojos para aspirar el olor, los abro despacio para alagar a las cocineras, pero me topo con la mirada del italiano - ¿Qué haces aquí? -le interrogo con susto.

-Cocinando, se me ha olvidado desayunar en casa, así que Aurora me ha permitido cocinar ¿te apetece? - Dice con una sonrisa de lado, calmo mi interior, pues no quiero empezar mi día de mal humor, así que asiento y me acerco a probar de su cuchara. -¿Y? ¿Te ha gustado vita?

- Está delicioso ¿Qué es?

- Son Cannelloni ripieni ¿te apetece desayunar conmigo? - habla cuidadoso. Asiento y éste sonríe.

Ya en el comedor, me lleva la comida hasta donde estoy
-Bonna pettit piccola

-Gracias -susurro. Él toma asiento delante de mí.

- ¿Te gusta la arquitectura o los paisajes naturales?

-Ambos me gustan, pero prefiero los paisajes naturales -hablo con simpleza, llenando mi boca de la deliciosa comida -Cocinas muy bien, ¿Quién te ha enseñado?

- Mi madre - habla orgulloso. -Apresúrate a comer, hoy tenemos agenda llena. -André me sonríe observandome, yo asiento y engullo unas cucharadas más de los Cannelloni.

- Yo soy muy mala para cocinar -hablo para romper el silencio. André sonríe.

-Siempre se puede mejorar.

Terminamos de comer y nos ponemos en pie. -Bien, ya estoy lista -afirmo

-¿Irás vestida así? -profiere.

- Sí -afirmo mientras busco quizás una mancha en mi indumentaria. Digo, no está mal, unos zapatos deportivos color negro, unos vaqueros ajustados y una camiseta junto a una coleta. -¿Tiene algo de malo?

- No, solo que estoy acostumbrado a siempre ver a las mujeres muy arregladas.. Y tú ni maquillada vas. Esto es nuevo.

-Mmm te tendrás que acostumbrar, no me interesa asombrar a la sociedad solo me importa sentirme cómoda.

- Está bien, salgamos. -subimos a la parte de atrás de la camioneta, pues adelante van dos hombres, creo que son los mismos de ayer.

...

-Hemos llegado Fiorella -abro la puerta antes de que uno de sus guardaespaldas lo haga y salgo, veo ante mí una gran tienda.

-¿Y me has traído acá para...?

-Para buscar otra ropa - me toma de la mano, que últimamente se le ha vuelto costumbre. Caminamos a paso rápido, él va tratando de cubrir su rostro con lentes oscuros y la capucha del suéter.  Entramos rápidamente a la tienda de ropa para dama y caballero.

- Tú ve a elegir alguna ropa

- Pero así estoy bien -hablo seria.

-Para al lugar dónde vamos, no -habla socarrón.

-¿Dónde iremos?

-Espérame aquí sentada, yo buscaré primero mi atuendo y luego escogeré el tuyo.

Resoplo por lo bajo -Eres un molesto.

Él sonreí-¿Eso es un sí? -yo asiento volcando mis ojos -Perffeto Piccola... pazzo -arrugo mi entrecejo, pero éste da la vuelta a buscar algún atuendo.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora