24

48 5 3
                                    

- Vamos Fiorella -corre André  halando de mi mano. Yo doy carcajadas.

-Espera me vas a matar - mi coleta se desarma por el movimiento, pues según él, el sitio se llena muy rápido y no me  puedo perder la entrada a ese lugar, puesto que ya es mi tercer día en Italia, y no puedo desperdiciar ningún segundo, y así ha sido hasta ahora, difícilmente me ha dado tiempo de hablar con mis padres y amigos, pero todo ha valido la pena, todo ésto quedará guardado en el cofre de mi memoria, entre los recuerdos más importantes de mi vida, hasta que muera o sufra alguna amanesia.

—Llegamos al fin — habla sonriente, a un par de cuadras de un gran edificio.
Repentinamente unos flash demasiados indiscretos se hacen llegar y André no duda en salir corriendo nuevamente.
Yo me carcajeo por la escena y él me acompaña. Doblamos en un callejón, en unos segundos su complexia queda junto a la mia, apoyándonos sobre la pared, su rostro está muy cerca del mio, tapa con su capucha nuestros rostros, mientras esperaramos que pasen el grupo de personas que nos seguían. Me ve expectante, y nuestras respiraciones son muy pesadas, ambos reímos, y él acaricia mi rostro, en un parpadear sus labios se unen a los míos, lo pienso un poco y decido dejarme llevar.

-Bella donna - Me ve como atrapado en un ensueño -vuelve a unir nuestros labios, con exigencia. Yo me separo, y él me ve aturdido.

-Disculpa, eso no debió pasar -hablo apenada.

-¿Por qué no?

-Porque, porque no -hablo, pues ni yo misma sé la razón, siento como si estuviera traicionando a alguien, ni siquiera yo me entiendo, porque si bien es cierto Marc fue el que traicionó, pero no puedo hacer caso omiso a los sentimientos que aún habitan dentro de mí, no en tan corto tiempo.

André asiente, y camina retomando el rumbo que seguíamos. Me siento un poco rara, puesto que siempre me tomaba de la mano para guiarme, y ésta vez no ha sido así.

Subimos a la cúpula de Brunelleschi en el Duomo, desde la terraza quecircunda la parte más alta de la cúpula se puede ver una excelente panorámica de Florencia, me quedo embelezada en el lugar, André aún sigue a mi lado, con su ánimo un poco diferente, tratándome con algo de seriedad, lo cual me descoloca, pero la belleza, el aire, el ambiente hace que lo pase por alto.

Luego de estar en la cúpula de Brunelleschi, André me dejó en la casa, alegando que tenía trabajo que hacer, y creo que por mi culpa ha faltado a sus compromisos, su celular hoy en especial no habia dejado de sonar, y aunque trataba de estar ahí conmigo, se miraba exasperado.

[...]

Hoy se cumplen cinco días de haber arribado a Florencia, Italia. Entre André y mi tía Aurora, han hecho de éste viaje algo excepcional.

Hoy no he visto en todo el día a André, ayer fue que lo entrevistaron respecto a "nuestra relación" en lo cual adujo que éramos algo más que amigos, lo cuál no me asustó, ya que él habia hablado conmigo sobre lo que diría, y ya, listo, la prensa dejaría de acosarnos tanto. ¡Ya se habia tardado!

En un par de horas ya anochecera y me siento tan relajada, he pasado la tarde entera junto con mi tía, conociendo más sobre las comidas del lugar. Me doy un baño y me visto con algo formal, bajo las escaleras y veo a André observandome mientras bajo.

-Hola Piccola -sonríe mostrando un rostro cansado.

-Hola André, ¿qué haces por acá? -hablo con una sonrisa.

-¿Te apetece cenar hoy conmigo? - mi tía aparece en mi campo de visión y asiente  invitándome a que acceda.

Fijo mi mirada en André y acepto.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora