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En la penumbra de mi habitación no logro dejar de pensar en las palabras de Marc, ¿por qué habrá dicho que no quiere hacerme daño? ¿Será que para él solo son un juego las mujeres?

Los pensamientos abarrotados en mi mente no me dejan conciliar el sueño.

—¿Estás despierta aún? —escucho a Lucy, acercarse a mi cama.

—Sí, no me he podido quedar dormida y tú ¿por qué estás despierta aún? —enciendo la pantalla de mi celular, que logra perturbarme un poco por el resplandor de su luz. —ya son las 12:40am. Es raro que estés despierta a ésta hora. ¿Estás bien? —se acuesta en mi cama y se mete bajo mis cobijas.

—Es el chico.... —habla con tristeza.

—¿Qué pasa con él? —digo evocando aquel día que me confesó que estaba enamorada.

—Recuerdas a Fanny, de la "amiga" que te hablé.

—Sí, ¿qué pasó? —me volteo hacia ella apoyando mi codo en la almohada y sosteniendo mi mejilla en la palma de mi mano.

—Ya no lo somos, dijo que yo era una mala amiga, que le quería bajar a su chico.

—¿Por qué carajos dijo eso? —digo con algo de molestia.

—Por Dean, el chico que me gusta. Él se ha portado muy atento conmigo, se ofrece para ayudarme en mis tareas, a veces me invita a tomar algo. Traté de alejarme de él, pues no quería problemas con Fanny, él lo notó y me preguntó las razones, le dije la verdad, que Fanny estaba enamorada de él y todo eso —da un corto suspiro —La cuestión es que, en ese instante de un parpadear a otro se abalanzó sobre mí y me robó un beso, en ese momento iba pasando Fanny, y me recriminó al instante.

—Es una perra, cómo es posible que irrumpiera en tu primer beso.

—¡Fiorella! No hables así —chilla azorada

—¿Al menos lo disfrutaste un poco? —indago. Logro ver por la pequeña claridad de la luna, que se filtra por la ventana como se sonroja. Se pone las dos manos  en su rostro mientras da un pequeño e imperceptible gritito. —¿y?

—Nunca había sentido tantas cosas juntas, el sólo haber sentido sus labios rozando los míos, mil mariposas atacaron mi estómago, revoloteando sin parar, mi sangre se agitó y mi corazón parecía querer salir de lo rápido que iba —un suspiro se escapa de mi boca al recordar cada uno de los besos que he tenido con Marc, su solo cercanía ¡Caray! Despierta mi cuerpo de una manera poco normal.

—Suenas a estar enamorada —me dedica una sonrisa —que bueno que sí lo disfrutaste, porque mi primer beso fue un asco, hasta ganas de vomitar me dieron —ella y yo reímos al unísono —mmm —le toco la nariz con mi dedo índice —te defendiste de sus acusaciones, más te vale que digas que sí Fernanda. ¡No me decepciones! —junto mis manos en señal de suplica.

—¿Por qué eres tan dramática? —ríe   mostrándome su blanca dentadura —en fin. Fanny se acercó y me gritó, dijo que era una mala amiga, se puso a llorar, cosa que era pura actuación para atraer la atención de Dean, y al ver que no resultaba me dijo que Dean seguro me había besado por lástima y para darle celos a ella. Y que yo era una ofrecida.

—Esa niña está loca, y tú ¿qué le dijiste?

—Eso último me rebasó, así que quise acercarme a ella, pero Dean me tomó de la mano, aunque detuvo mis pasos mis palabras no lo hizo. —hace una pequeña pausa, como tratando de recordar — Le dije que la única ofrecida era ella, que por más que se arrastrara como la víbora que era no iba a lograr ni siquiera que Dean le prestara atención.

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