15

69 9 2
                                    


El domingo llegó. Deseaba tanto que pasara rápido el día de ayer, pues no me sentía muy agusto con Darwin, él es muy agradable, atento, pero no dejó ni un momento de intentar acercarse más de lo debido y una que otra vez parecía querer robarme un beso. Agradecí la llamada de Estela y que además me fuera a recoger y me sacara de ese lugar tan incómodo.

Por la tarde no pudimos reunirnos con Alejo y Alex, quisimos ir a ver a nuestro amigo enfermo, Alejo, pero éste alegó que era mejor que no, pues iban a llegar unos familiares a su casa y no quería que nos sintiéramos incómodas, así que pasamos el resto del día en mi casa.

En este momento me encuentro tumbada en mi cama revisando Facebook y esperando a que llegue Alex, pues quedó de Venir a bañar a Rochi. Mi celular vibra, es un mensaje de Alex.

- ¿Podrías venir al parque un rato, por favor? - ¿qué carajos querrá éste loco ahora?

-¿Qué pasa, está todo bien?😑 - indago con algo de duda.

-Tú solo ven. Oh y trae contigo una gorra y ropa cómoda. No tardes extraterrestre. 😘🤗

-Ok, no tardo. 🤔

Me visto rápido, a penas son las diez de la mañana, no entiendo qué querrá éste loco. Salgo de mi cuarto y veo a Rosa limpiando unos muebles.

—Ya vuelvo Rosa —le tiro un beso imaginario con mi mano.

—Pero, ¿Dónde va niña Fiorella? Recuerde que sus salidas son estrictas desde que está castigada, aún no le levantan el castigo —doy un suspiro y asiento.

—Lo sé, no tardo sí. Alex me dijo que llegara al parque de la plaza. Si pregunta mi mamá  le dices que no tardo —Rosa me ve suspicaz —porfis —junto mis manos y hago una cara de cachorro triste, no sé cómo me veré haciendo esto, pero con Rosa, papá  y la mayoría siempre funciona, bueno excepto mamá ella es más dura.

—Está bien, pero no demore. Que su mamá  no tarda en bajar para desayunar. —abro la boca, por el susto. Mis padres rara vez se levantan tarde.
Decido no indagar más  y me voy, pero antes le deposito un beso en la sien a Rosa.

En pocos minutos llego a la plaza, me siento en la banca que da de frente a la fuente, estoy algo cansada, eso que corrí me dejó exhausta. Volteo a ver hacia todas partes, pero nada que veo  a Alex ¿Me habrá timado éste idiota?

Saco mi celular para marcarle, pero al momento de sacarlo se me resbala de las manos, cierro los ojos para no ver la caída.  Y al abrirlos una mano ya ha recogido mi celular, pongo mi mano en mi pecho ¡pfft! Que alivio.

—¿Cómo está señorita Fiorella? —solo basta escuchar su voz para que mi respiración se descomponga y mi corazón  se altere. Levanto mi vista muy despacio hasta toparme con sus dos estanques  azules, me sonríe de tal forma que me muestra sus hoyuelos tan perfectos. Y es como que de repente algo se activara en mí y me hiciera volver a la realidad. Le quito mi celular y me levanto de golpe mientras le paso por el lado. —¿A dónde  vas Fiorella? —me toma por el brazo antes de que pueda seguir mi andar.  Nuestras miradas se vuelven a encontrar y un escalofrío recorre mi cuerpo hasta dejarme la piel "chinita" como dicen coloquialmente.

—Voo-voy a ver...  a mi amigo —me suelto de su agarre —con el que me viste la última vez ¿recuerdas? —digo con molestia, puesto que luego de sus mensajes pocos gentiles no lo había vuelto a ver —me dijo que viniera para vernos acá, debe estarme esperando —giro mi cuerpo en dirección contraria a él, pero antes de que pueda dar otro paso él me intercepta poniéndose justo en frente de mí. Su mano envuelve mi cintura y me jala hacia él de tal modo que solo unos centímetros me separan de sus suculentos labios.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora