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Después de la larguísima o más bien eterna conversación que tuve con mis padres, concordaron que claramente estaré castigada; ya no más salidas "solo la que haré junto a Rochi"; ayudaré a Rosa en la cocina, lavando todos los trastos sucios. Y por último dijeron que estaban siendo muy buenos al no retirarme mi celular y visitas, supuestamente lo hacían porque me porté muy bien durante la cena. ¡No, pues muchas gracias señores progenitores! "Nótese mi sarcasmo"  ¡Odio lavar platos, cazuelas y lo que se le refiera!
Definitivamente esto es demasiado exagerado por sólo haber llegado tarde, estar apestosa y mal vestida...

Ya es casi la media noche y no consigo dormir, no entiendo porqué no logro conciliar el sueño, después de todo he tenido un día muy largo.

No me gusta ser la única que esté despierta a ésta hora.
Volteo mi vista hacia Lucy, y logró ver por la poca claridad que otorga la luna, filtrándose por la ventana del cuarto, que Lucy está enrollada con toda la sábana alrededor de su cuerpo.
—Lucy —siseo. No escucho respuesta y vuelvo hablar un poco más alto —¡Lucy!

—Mmm —dice en un ronroneo

—¿Estás despierta? —indago, poniéndome de pie y levantando parte de la sábana que cubre su cara.

—No, que va. Soy el fantasma que usa la voz y el cuerpo de Lucy para asustarte —dice con sorna.

—Babosa —espeto, volviendo a mi cama.

—¡¿Qué quieres?! —dice frotando su cara.

—Nada, es que no logro conciliar el sueño y no quería ser la única despierta a ésta hora.

—Sabias que eres la peor hermana, Fiorella —dice con voz adormilada

—Tú sabes que soy la mejor —digo entre risas.

—Cierto, no tengo objeción. —responde Lucy.

Después de haberla despertado y que ella se molestara un poco, luego se calmó y pasamos gran parte de la madrugada hablando de tonterías y riendo, pues misteriosamente hasta el mayor chiste sin gracia, resulta divertido con las luces apagadas, y dos locas hablando, al final Lucy acabó en mi cama, dormida abrazada a mí.

...

A lo largo escucho mi celular sonar. Estiro mi mano hacia la mesita de noche que está al lado de mi cama, busco al tanteo, hasta que al fin lo encuentro y respondo la llamada.

—¿Bueno? —Digo con voz molesta y adormilada.

Buenos días, señorita Fiorella — escucho la voz de Marc. En ese momento me espavilo.

—¿Marc? —indago, con un poco de duda.

Te veo en el mismo lugar de ayer, a la misma hora.habla con tono firme y más en forma de afirmación que de pregunta.

—¡¿Qué?! ¡Estás loco! ¿Qué te hace pensar que quiero volver a verte?

—No lo sé, ¿quizá el beso que me diste ayer?

Yo abro la boca, con indignación.
¿Cómo te atreves? Fuiste tú quien me lo dio. ¡Eres un atrevido! ¿Cómo osas llamar a esta hora de la madrugada? Algunos queremos dormir en paz —digo con enojo.

¿Perdón? Fiorella, son las seis de la mañana. ¿Acaso no piensas levantarte? —logro escuchar su estúpida risa de burla.

—Vete al carajo Marccuelgo la llamada.

¿Cómo se atreve? ¡Aghj! Es un hijo de su.... Bueno no, su mamá no tiene culpa. Tengo la seria idea de que Marc es un jodido acosador.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora