Epílogo

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Ya casi termino mi segundo año de la universidad, y ha sido tan agotador. Sí pensé que estudiar Relaciones internacionales y comercio exterior, sería pesado, pero vaya que la palabra pesado le ha quedado corto.

En fin, son exactamente las 6 de la noche, ya ha terminado la última clase así que guardo mis cosas y salgo. Los pasillos están limpios de estudiantes porque hemos sido la última sección en salir, camino apresurada pues tengo que ir a arreglar unas cosas para el cumpleaños de Gus-gus, llevo más de una semana preparando todo para que la fiesta sorpresa esté lista para mañana.

Salgo hacia el parqueo para esperar a Estela, pues quedó que vendría a recogerme. Mi celular suena anunciando un mensaje, lo saco de mi bolsillo, pero un auto color oscuro se para justo en frente de mí, como sé que no es Estela paso mi atención nuevamente a mi celular. No me dio tiempo de parpadear siquiera cuando todo en mi campo de visión se volvió oscuro y eso es porque me han puesta una capucha y me arrastran con brusquedad.

-Camina estúpida -espeta la voz de una mujer que se me hace realmente conocida.

-Metela al coche rápido -habla otra, ambas con un español dificultoso

-¿Pero qué pasa? ¿Qué es lo que quieren? Sueltenme -todo mi forcejeo es inútil pues escucho el chirriar de las llantas anunciando que ya está en marcha -¿Qué es lo que quieren? -hablo ya con todos mis nervios de punta, porque he de aceptar que al inicio creía que era una broma de Estela o algo parecido, pero ahora que escucho lo alterado de sus voces hace que descarte mi idea. -Pero hablen, ¿Qué diablos quieren de mí? -insisto sofocada.

-Ya lo verás. -Las escucho hablar en otro idioma que no logro entender.

La persona que va a mi lado toma mis manos y las ata sin darme tiempo a reaccionar.
Escucho aparcar el auto y me guían con violencia para que baje del auto.
Al fin me quitan la capucha, parpadeo un poco para adaptarme a la luz y al fin enfoco a dos mujeres como salidas de de Victoria's Secret.

-¿Loana? -indago perpleja, pues me costó un poco reconocerla porque los días en Normandia ella no estaba tan arreglada como ahora. Pues destila un aire de superioridad.

-Así es. Que bueno que aún me recuerdes, porque yo a ti no te he olvidado. Mira -extiende su mano hacia la otra chica de mirada fiera y sonrisa malévola -ella es mi íntima amiga, y compartimos el mismo odio hacia a ti. Julieth, ella es la famosa Fiorella.

-Que tía más mona -habla con un acento extraño, como si fuera española y a la vez no. Se acerca a mí y jala mi cachete con fuerza.

-¿Qué quieren par de locas? -expreso con desdén. Julieth ríe con sarcasmo y se ubica detrás mío, se acerca a mi oido y de un tirón jala de mi cabello -¡Ahh! Sueltame -me muevo con fuerza, pero es más rápida y sostiene con más fuerza mi cabellera. Loana se acerca mientras se quita unos guantes negros.

-Queremos que te alejes de Marc y de André.

-¡¿Qué?! -vocifero -Pero de qué hablan.

-No te hagas la mosquita muerta, dime cuánto dinero quieres para que te largues bien lejos.

-Están chifladas o están drogadas -me mofo -Quizá ustedes están acostumbradas a venderse, pero conmigo están equivocadas.

La mano de Loana queda marcada en mi mejilla al momento que Julieth me tira al piso.

Y ¡Bum! Mi ira no pudo estallar más que en ese momento, me levanto de un respingo y las veo con la fina cara de odio plasmada en su rostro, hacia a mi.

-Denme una jodida razón por la que hacen esto -el sonido en mi voz expresa mi rabia -¡Hablen! -grito y ellas pegan un brinco del susto. -Que hablen carajo.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora