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El día de festejo ha llegado, mis ánimos no son los que hubiera deseado, pero uno de mis lemas es "Anda levanta tu cabeza y camina hacia el escenario, mostrando tu mejor y la más genuina sonrisa, para delante, siempre para delante".

Estela se encuentra a mi lado, maquillandome y ayudando a vestirme.

—Listo —habla orgullosa — te ves hermosa Fiorella —espeta emocionada. Salimos de la mano hacia el jardín donde ya se encuentra la familia, tanto por parte de mí padre y mi madre, algunos amigos de ellos, y la familia de mis amigos.

—¡Feliz cumpleaños! —vociferan todos al unísono. La música suena y algunos se adelantan a saludarme.

Veo por el rabillo del ojo, que están llegando los padres de Marc e inmediatamente me tenso, Estela al parecer se percata y me guía hasta una mesa.

—Aún no viene Alex —trato de parecer serena.

—No, me dijo que pasaría por Rebeca. —mi asombro es notable, porque no habia tenido tiempo de tener una buena conversación con él —Mira —sigo la mirada de Estela, es Alex de la mano con la pelinegra por la que tanto se esmeró en conquistar. Se dirigen hacia mí, Alex la presenta oficialmente y ésta me saluda amablemente, algo nerviosa.  Alex me entrega el regalo.

—Abre el regalo —pide Alex, dándole una mirada cómplice a su novia.
Le hago caso y puedo ver la hermosa diadema de plata con un dige en forma de orquídea. —para ti florecilla —habla imitando a Alejo, quien sin darme cuenta ya se encontraba a mi lado. Alex me abraza dándome una pequeña voltereta, dejando un beso en mi cabeza —Feliz cumpleaños extraterrestre —todos reímos a la misma vez y me siento muy feliz al tenerlos a ellos ya no como amigos, sino como mi familia.

—Niña Fiorella —escucho hablar a Rosa —necesito que venga conmigo —habla nerviosa. Me pongo en pie y la sigo con una sonrisa estampada de mi cara, por la felicidad que comienza a surgir.

—¿Qué pasa Rosa? —digo ya estando en la sala. Rosa me ve nerviosa y se va. Me quedo pasmada aún con una sonrisa plasmada en mi rostro. El timbre suena, y me dispongo a abrir la puerta. Al abrirla hay muchos globos, que repentinamente son sueltos creando una bonita vista. Al desaparecer todos logro ver la figura de alguien con un ramo de flores tapando su cara.

—Feliz cumpleaños señorita Fiorella —veo el rostro de Marc, y nuestra mirada se conecta, siento como bulle mi sangre y el enojo  hace presencia.

—¿Qué haces tú aquí? —espeto indignada.

—Quería verte —sus ojos parecen arrepentidos, pero no logra conmoverme ni un poco.

—No te ha quedado claro que no quiero verte, escucharte ni lo que se le parezca —vocifero con frustración

—Solo quiero que me escuches —da un suspiro y pasa su mano por su rostro —al menos déjame explicarte.

—¡No quiero! —grito tratando de cerrar la puerta —Deja de arruinar más mi vida, no quiero volver a verte, déjame en paz. —No me deja cerrar la puerta y en un rápido movimiento ya está adentro.

—No puedo, entiende, no sales de mi cabeza, no puedo dejar de pensarte —me ve expectante y se acerca a mi, yo retrocedo inútilmente, sus brazos se enredan en mi cintura —yo te ... —trato de soltarme.

—Suéltame o grito —me ve con tristeza

— Lo que tú viste ese día no es lo que crees.

—Que frase más trillada, ¡vamos busca otra! —hablo indolente.

—¿Qué demonios haces tú aquí? —habla Alex, quien lo ve con enojo —suéltala ahora mismo. A caso no te hemos dejado claro que no permitiremos que te acerques —lo empuja y Marc me suelta.

Click Chic | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora