Simplemente tú.

No me alejare de ti.

::

::

Serena estaba en casa de Osaka tejiendo unas cuantas camisas para su bebe que estaba en camino.

―Hola mi dulce Serena. ―Jedite llego tomándola de la mano fuertemente.

― ¿Qué haces aquí? ―Serena se sintió tan amenazada con aquel saludo.

―Solo vine a llevarte lejos para proponerte algo. ―Jedite la saco llevándola a su auto sí que ella le hubiera aceptado la invitación.

―Es mejor que lo digas aquí o te diré que te vayas. ―Serena lo miro retadoramente soltándose de él antes que la subiera.

―Bien si así lo quieres. ―Jedite rio.

El tomo del cabello fuertemente llevándola adentro del auto, otros dos hombres le taparon la boca y los ojos asustado a la chica con un arma en la frente. No pudo más ante aquello, temía que algo le ocurriera a su pequeña criatura.

::

::

Seiya fue a visitar a Serena después de todo lo que ocurrió, la mirada de esta era distinta a la de siempre. Ni siquiera le permitió acercarse para darle un beso.

― ¿A qué has venido? ¿No te quedo claro después de lo que dije en el juicio? ―Serena se alejó de este para no mirarlo.

―Sé que es mentira todo lo que has dicho Serena, sufriste mucho. ―Seiya

―Era parte de mi estrategia para acercarme a ti, siempre lo hice con todos. No te sientas especial cariño, esa es mi naturaleza y tu caíste rendido ante mis coqueteos. ― Dijo en tono de burla.

―Por favor dime que es lo que te pasa. ―El tomo fuerte de sus hombros mirándola enfadado.

―No es nada, soy feliz estando aquí, sé que algún día Jedite y yo volveremos a estar juntos, así que vete y no me vuelvas a buscar. ―Su mirada era de odio hacia el chico.

―No puedes estar hablándome enserio. ―Le grito.

―Lo es cariño, mi querido Jedite me llamaba la Sirena por ser la mejor en su cama, no solo en sus negocios. ―Se soltó bruscamente de él.

Seiya tenía sentimientos encontrados respecto esto, vio en su mirada demasiado odio, no comprendía porque estaba actuando así.

Después de unos minutos se fue sin decir ni una palabra más, fue llevada a la celda, allí sus lágrimas empezaron de nuevo, no tenía idea de cómo sería su vida después de eso.

―Perdóname Seiya no quise hacerte este mal, debes entenderme que fue para protegerte a ti y a los demás.

Uno de los guardias ingreso con una chica a su celda, Serena la veía muy deprimida y angustiada. Sin dudarlo dos veces se acercó a ella.

―No llores por favor, sé que debes estar pasando cosas demasiado peores de las que yo estoy pasando. ―Se sentó a su lado limpiándose las lágrimas.

― ¿Y qué te sucedió a ti? Porque por lo visto también estas llorando. ― Lita era el nombre de la chica.

―No importa lo que me ocurra a mí, más bien quisiera conocerte a ti, me llamo Serena. ―Le ofreció su mano sonriendo.

―Me llamo Lita Kino. ―Se limpió con un pañuelo estrechando su mano.

― ¿No eres la famosa chef Lita Kino? ―Dijo con dudas.