CAPITULO 14

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Un año antes,

Seiya llego desesperado a casa de Andrew, no comprendía nada de lo que había escuchado de la boca de Serena.

―Por lo visto no lograste verla.
―Claro que lo hice, pero me dijo demasiadas cosas que no me han quedado claro. ―Hablo muy pensativo.
―Sabes que conozco a Serena desde que éramos niños y te aseguro que esconde algo y por miedo no lo dice. ―Andrew le recalco.
―Eso es lo que creo también. pero no puedo dejar de pensar en lo que ella me dijo. ―Respondió mirando los documentos.
― ¿Qué fue? ―Dijo dudoso.
―Que esperaba reencontrarse con Jedite algún día nuevamente ya que ella era su sirena. ― Seiya tenia celos de aquellas palabras ya que el la llamaba su rosa.
― ¿Dijiste la sirena de Jedite? ―Hablo buscando unos documentos.
―Si. ¿Qué es lo que piensas? ―Seiya lo noto desesperado buscando algo.
―Bueno es que hace poco escuche sobre ella y me dieron una foto en la que no se logra apreciar su rostro. Pero si un dije especial. ―Sonrió al encontrar aquella imagen finalmente.
― ¿La tienes?
―Si, se logra distinguir su cabello recogido y tiene un dije con la letra L. ―Se la paso de inmediato.
―Su cabello es idéntico al de Michiru ese dije es de ella, lo reconocería donde fuera porque fue un maldito regalo que le di. ―Seiya se altero al verlo puesto después de años en su cuello.
― ¿Seguro? ―Andrew lo observo muy furioso.
―No me equivocaría nunca sobre eso. ―Su mirada se noto muy complacida al regresarle la imagen.
―Veo que tienes un plan. ¿No?
―Así es, encárgate de investigar mas a fondo mientras yo iré a buscar a Michiru para pedirle que estemos juntos. ―Se coloco su saco tomando sus cosas.
― ¿Qué tu…? ―Andrew se levanto impresionado.
―Por favor, si esto ayudara a demostrar que Serena es inocente, me sacrificare por ella. ―Seiya le sentencio antes de que le dijera algo mas.
―De acuerdo, pondré seguridad para ti y la familia de Serena sin que nadie se enterare de esto.

Seiya  sabia perfectamente que a Michiru le encantaba ser seducida por los besos y las caricias, haría todo lo posible por convencerla de estar con el y a cambio encontraría todas las evidencias que necesitaba para salvar a la rubia.

― ¿Cómo pudiste decirle eso a Seiya, Serena? ―Lita se enfado tanto que no entendía las tonterías de su amiga.
―No tuve otra opción Patricia, como ya te conté estoy amenazada por esa mujer, no quiero que nada les pase. ―Serena tenia tristeza en su voz.
― ¡Pero si eres una vil victima! ―Lita recalco.
―De ahora en adelante no vale nada de eso. ―La rubia se recostó en su cama sin mas que decir.
―Pero Serena... ―La chica tenia dolor por su amiga.
―Discúlpame, pero ya no quiero hablar de mis problemas con Jedite. ―Le dio la espalda para que no se diera cuenta de su llanto.
― ¿Espera dijiste que se llamaba Jedite el hombre que te arruino la vida? ―Hablo temblorosa.
―Si, es el apodo de un patán.
― ¿No será el mismo hombre que visitaba a Neflyte? ¿Es de pelo rubio, de ojos azules y su mirada es maliciosa?
―Si. ― Le sorprendió que lo describiera tan bien.
―Entonces estamos hablando del mismo, quizá el sea el que lo mato. ―Lita estaba tan consternada.
― ¿Lo dices en serio? ―Serena se dio vuelta notándola llena de lagrimas.
― Si, una noche se acerco a mi pidiéndome que le dijera a donde había ido Neflyte y por poco me arrastra hasta matarme.
Por supuesto que en ese momento apareció el y nos dejo en paz. Pero días después fui a verlo y nos vimos frente a la calle listos para cruzar cuando de repente alguien en un auto le disparo a quema ropa y murió en mis brazos. ― Se arrodillo muy devastada.
―No puedo creer que ese maldito infeliz sea tan desquiciado, lo peor de todo es que es el padre de mi hijo, un canalla. ―Serena se levanto de la cama para hacerle compañía.

La rubia la abrazo fuerte a la chica al verla llorar, lo hizo para intentar ser fortalecerse y no demostrarle que le dolía todo aquello, mas el saber que el era el padre de su pequeño.

―Señora Kino tiene visita. ―Dijo la guardia abriendo la celda.
― ¿Quién es? ―Lita no esperaba a nadie ese día.
―Su nuevo investigador. ―La guardia hablo.
―Me tome la molestia de decirle a mi amigo que te ayudara, pero por favor dile esto que acabas de contarme, así refundirán a ese sujeto en la cárcel para siempre. ―Serena la abrazo.

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