El secuestro de las coristas

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"¿Porque estoy con Sarina en la zona destechada del centro comercial?"

Claro ¿Con quién más podría haber estado bajo estas circunstancias? Lo que estaba sucediendo a mi parecer era una linda manera que tenía el destino para decirme "¿Ahora comprendes?"

Yo por supuesto que seguía sin comprender nada, en mutuo acuerdo tácito Sarina y yo nos alejamos del Dunkey Donuts, en silencio caminamos hasta la terraza ya que vi en los dedos de Sarina la más pura intensión de echarse a fumar algo- una vez sentadas en la terraza caminamos al lugar donde menos gente encontráramos, lo "bueno" era que como hacía un frío bestial eran pocos los incautos además de nosotras que querían "respirar aire fresco"

Nos sentamos y comimos en silencio un buen rato, yo ya estaba poco más calmada y Sarina se limitaba a mirar a las pocas personas que estaban por esa zona mientras se fumaba uno tras otro sus cigarrillos, al verlos un poco más de cerca vi que los fumaba puros de la marca que a Satoru le gustaba, reconocí aquello con un dolor de estómago.

-¿Cómo pasaras la Navidad?- preguntó de un momento a otro mirando al frente.

yo pasé la dona que estaba masticando y respondi levantando los hombros.

-En casa- dije sin más, tomando otra dona- ¿y tú?

-En casa también- dijo poniendo los ojos en blanco, después se volvío hacia mí y echándome humo en la cara sonrío- Arresto domiciliario ¿recuerdas?

"Claro" pensé y me eche a reír un poco, más bien a morir porque me atragante un poco con la dona.

-Creí que habías salido del arresto hace ya un buen tiempo.

-Jamás, bueno, si salgo todo el tiempo a comprar donas y lo demás... La justicia en esta parte del mundo no existe a nadie le interesa si una "amenaza pública" como yo sale o no de su arresto- como me quede callada Sarina me miró un momento, luego mirando al frente nuevamente agregó- ¿Porque no estás con ellos? ¿No están celebrando a Satoru hoy?

Inesperadamente poco sorprendida deje escapar un suspiro tal vez demasiado sonoro la expresión de Sarina no cambio ni un momento.

-¿Como sabes que están reunidos?

-Aún tengo a Carter en whattsapp, hasta ahora ha subido como 10 minutos en historias.

Dijo lo anterior pasándome su teléfono, claramente aparecía Carter con un plato lleno de  carne y guasacaca en una mano y seguramente el celular en otra, bailando y cantando frente a un cartel negro con letras blancas y azules "Feliz Cumpleaños Toru!" En las historias también salían Azu y Malick sonriendo y abrazados (como si No estuvieran pasando por un momento complicado en su relación)  Audrie, por un lado, Marie y los demás, Sam, Tom, Olivia (a esta me sorprendió verla no tanto por el tema de Satoru si no por qué se veía muy bien como si Sarina nunca le hubiera desfigurado la cara) Claramente Satoru y otro montón de gente que no tenía idea de quienes eran.  Satoru sonreía en cada vídeo, había uno de él en el que Carter le tiraba torta encima, en otros salía comiendo alegremente y hablando, abrazando a Carter y a Malick, en otras con Azu... Incluso Carter subió un pequeño vídeo en el que se veía a Satoru charlar alegremente con Olivia.

Era como si estuviera viendo mis peores pesadillas en una pantalla.

-Entonces la chica con la que estaba Satoru era Olivia después de todo- dijo Sarina en lo que yo termine de ver las historias de Carter-  No lo crei posible en ningún momento pero ¿que hacemos?  Están en casa de Sam, la reconocí.

Yo traté saliva, sentía un sollozo queriendo salir de mi pecho.

-¿Tienes pensado ir y hacerlos volar en pedazos?

Sarina me miró y se sonrió.

-Por supuesto que no, Tatsuko- respondió con los ojos oscuros como dos pedazos de carbón- estoy yendo al psicólogo, una chica un tanto desesperante que no hace más que decirme que yo no estoy enamorada de Satoru si no que estoy obsesionada con el de una manera peligrosa- fumo otro poco y dejó salir el humo por la nariz- sin embargo me molesta, ella acaba de conocerme y ya cree que me puede decir cosas de esa manera, se cree la gran cosa porque tiene un título y andar utilizando palabras pomposas y metiéndome en un saco con puros locos dementes- tomo aire y señalándome con su dedo de en medio me dijo- ¿Tú sabías que Satoru había vuelto con esa chica o algo por el estilo?

-en ningún  momento- dije tratando de mantenerme en blanco, aunque ya me temblaban las manos del coraje- Como estás tan segura de que volvieron?

Sarina solo fumo un poco más, se puso de pie, mirándome de frente me entrego lo que quedaba de la caja de donas diciendo:

-¿Por quién más ese chico sonreiría de ese modo?

Me quede sentada en esa banca mucho tiempo incluso después de que Sarina se marchó, no di un solo mordisco más... Antes de que me diera cuenta ya se había hecho de noche, tenía la nariz y las manos moradas y un guardia me decía que estaba haciendo demasiado frío para estar afuera.

Una vez afuera del centro comercial comencé a caminar, no quería ir a casa así que, teniendo mi celular destruido llame por cobrar al celular de mi padre avisandole que me quedaría donde Azu (esperaba que ellos esperarán que les había mentido para poder quedarme con Satoru y que no me dijeran nada para que no me dijeran nada) y me dediqué a, por decirlo de alguna manera, por cosas de la vida, la organización "urbana" de la ciudad y mi súper sentido para ubicarme llegue a la llamada "zona T" que es esa zona que los fines de semana suele llenarse de chica de quince años vomitonas, parejas insaciables, hombre y mujeres ebrias peleando y bueno... Mucho mucho vomito.

Yo estaba vuelta nada, el abrigo que me había puesto estaba lleno de azúcar y de Arequipe igual que mi cara y mi cabello. Chicas pasaban y se me quedaban viendo con desaprobación, otras solo se reían entre todas las que aparecieron un grupo en específico llamo mi atención de manera extraña, se acercaron a mi tres chicas vestidas para la fiesta, tenían vestidos negros que parecían ir a juego, maquillaje recargado y extensiones, una pelo peli negra, otra pelirroja y otra ,como no, rubia como el sol.

-Estas bien chica?-decía una.
-No te ves nada bien, no sólo tu ropa sino tu cara? Tomaste algo de alguien?
-Tienes celular? El número de alguien que te lleve a tu casa?

Yo solo negaba con la cabeza, la verdad me sentía algo extraña pero creía que era por tener el corazón roto, miraba a las chicas y parecían ser buenas personas y que tenían buenas intenciones, claro que tampoco me tarde mucho en notar que llevaban varios tragos encima y que cuando una me atendía las otras se dedicaban a seguir tomando e ingiriendo otros tipos de sustancias.

-Dana- le decía una a la que me estaba hablando que era la pelirroja- los chicos ya están allá ¿Qué hacemos con ella?

-No podemos dejarla aquí así - le respondió esta, se volvió hacia mí nuevamente pero esta vez me miró con una especie de interés clínico, moviendo mi rostro de un lado a otro, mis brazos y mis piernas después de meditar un rato dirigiéndose a su amiga sin dejar de mirarme dijo: creo que es mejor que la llevemos con nosotras.

La rubia y la peli negra se vieron entre ellas y la rubia dijo:

-Como está en estos momentos no nos servirá de nada.
-Aunque nos hace falta una castaña- dijo la peli negra.

Acto seguido la rubia paro un taxi y me fui con las coristas a otro lugar.

Y el es SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora