Una vez se hizo tarde todos tomamos caminos separados, Malick se fue con Cárter, Sarina y yo tomamos el mismo bus, debido a que bien... Teníamos que usar el mismo, aunque estoy consiente de que lo que quería mi amiga era irse con Satoru a su casa.
Pero eso no paso.
Al llegar a casa me encontré con mis padres, no me preguntaron en donde había estado ni nada por el estilo. Solo me saludaron con normalidad. Subí a mi habitación y le deje un mensaje corto a Azu básicamente preguntándole como se sentía.
Una parte de mi no se sorprendió cuando no resivi respuesta de ella, creo que simplemente yo no terminaba de asimilar lo que había ocurrido y tal vez nunca lo terminaría de asimilar.
Pensando en eso hasta quedarme dormida a la mañana siguiente desperté con un gran dolor de cabeza, dolor que no mitigó hasta la semana siguiente.
Durante esa semana no paso la gran cosa, no hable con Azul, Sarina tampoco me molesto, ya que todo parecía indicar que estaba demasiado deprimida a que volvió a no tirar con Satoru. Tampoco supe nada de Cárter y Malick lo cual me hizo pensar mas en las palabras que me había dicho Sarina acerca de lo que Cárter sentía por mi y todo lo demás, no voy a mentir si me deilusione un poco al darme cuenta de que solo eran suposiciones psicóticas de Sarina que de ninguna manera iban a ser ciertas.
Después de pasar una semana de luto Sarina volvió a la universidad, tenia los ojos hinchados y no olía muy bien que digamos, parecía como si se hubiera pasado toda la semana anterior llorando en un basurero
-Cuando tenemos examen?- me dijo con una amargura que incluso a Daría hubiera abrumado.
- la semana que viene... - afirme, Sarina se volvió hacia mi, efectivamente había llorado tanto que los ojos se le veían verdes, mas verdes que los mios.
-Tatsuko- dijo Sarina, mirando al horizonte siendo dolo un poco mucho mas extraña de lo usual- Recuerdame porque vale la pena vivir.
la mire atentamente por unos instantes, esperando a que se doblara de la risa.
No sucedió.
-Estudiamos gastronomia- respondí.
Sarina sin decir nada mas se dejo caer sobre su puesto, su cabello desordenado ocultando su rostro callo también sobre la mesa, era ondulado pero lindo, varias escalas mas claro que el mio.
Me sentía mal por ella, en verdad su relación con Satoru estaba destruyendola. Ya nisquiera se bañaba! Eso tenia que acabar.
Esa tarde insistí en acompañar a Sarina a su casas, cosa que no pasaba todos los dias. Al principio se negó pero después se econgio de hombros diciéndome "si eso quieres..."
La casa de Sarina se veía par ialmente igual al día de la fiesta, solo que con menos gente ebria y con un poco mas de orden.
-Estoy preocupada por ti- le dije una vez estuvimos dentro de la casa, pasamos al cuarto sin comer nada antes puesto que ninguna de las dos teníamos hambre: Sarina por su desorden alimenticio y yo había comido en clase.
Sarina me miro con cara de pocos amigos y luego sonrió.
-Quieres que te cuente que fue lo que paso?
-Normalmente me lo dices sin que tenga que pedirtelo.
-El día siguiente de cuando paso lo que paso en ese restaurante llame a Satoru para quedar- empezo Sarina ignorando por completo lo que acababa de decirle- Lo invite a la casa a ver películas e incluso le dije que no habría nadie mas en casa y sabes que me dijo el cabrón?- no espero mi respuesta- "Estoy ocupado"
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Y el es Satoru
Novela JuvenilOlivia Amado, o mejor dicho, Tatsuko era una chica que caminaba entre la muralla de la normalidad y lo que no era normal. Acostumbrada a hacer lo que las personas le pedían, no era especialmente amable, ni amargada. Solo una persona un poco mas flo...