Abrí los ojos y ya era de día, o Almenos eso parecía...
Estaba extrañamente cómoda, en una cama que olía a limpieza pura y colonia terriblemente conocida, la luz se filtraba desde la ventana por los "agujeros" que el blackout no alcanzaba a tapar. Me incorporé con dificultad mirando a mi alrededor desorientada como si hubiera dormido 10 años: esa no era mi habitación, la sentía familiar por alguna razón pero también sabía que nunca había estado ahí... Paredes blancas, pósters de bandas, un escritorio con instrumentos de arte, una colección de guitarras, cama doble, sábanas y cojines grises a juego totalmente limpios... Mesas auxiliares a ambos lados, el extranjero a medio leer, cajita de primeros auxilios al lado de este, un retrato de tres amigos en una playa gris uno moreno como del Medio Oriente, uno Calvo con cara de imbecil y uno con el cabello y los ojos negros como la noche.
Y la última prueba: una cajita de mustang rojo en la otra mesa auxiliar. En ese momento fui consciente de todo el dolor que estaba experimentando: tenía hambre, demasiada hambre, dolor de cabeza, mucho dolor en mi mano y en las rodillas... Todo esto combinado con el dolor de mi corazón ¿Qué rayos había pasado con las prostitutas y porque diablos había amanecido en casa del mal?
Retire las cobijas rápidamente y al salir de la cama vi que estaba llena de vendas en el brazo y que aún tenía manchas de sangre "Así que si era mía" pensé para mis adentros, después me regañe mentalmente, vi que también traía un cambio de ropa, tenía puesto una camisa negra sin mangas de esas con los huecos de los hombros muuuuuy abiertos, sin brasier de lado prácticamente se me veía todo mi "soy mujer" el color inundó mis mejillas, tenis también pantalones de pijama azul, me quedaba algo grande también... Todo olía a el.
Y volvieron las ganas de llorar...
Moqueando como niña de ocho años estaba cuando la puerta se abrió lentamente, entraba Satoru con cuidado vestido de la misma manera en que le había visto vestido en las historias de Carter, traía una taza humeante con él y también una gafas.El color inundó las mejillas de ambos cuando nuestras miradas se cruzaron, yo me estremecí en lo que el abriendo los ojos como dos platos casi dejando caer la tasa se acercó a mí rápidamente. Yo retrocedí por algún motivo, el se quedo de pie guardando mi distancia y me miró de arriba abajo ¿Cómo decirlo? Parecía enojado.
Nunca lo había visto con las cejas tam unidas y la mandíbula tan fuertemente cerrada. Yo desvié la mirada, molesta también ¿Con qué derecho me miraba así? ¿Qué había hecho yo? Claramente yo ya tenía los ojos llenos de lágrimas.
-Tatsuko- empezó el con un hilo de voz, no se movió ni un centímetro, yo me cruce de brazos con algo de dificultad.
Yo me quedé callada pero al ver que el tampoco decía nada volví mi mirada hacia el, él me miraba con la misma severidad no había aflojado ni un poco tenía las dos manos suspendidas pegadas a cada lado de su cuerpo cerradas en dos puños.
-Tatsuko- repitió.
-¿Qué? ¿Solo vas a estar ahí parado mirándome sin decir nada más que mi nombre? - me queje con la voz quebradiza, yo ya estaba llorando por alguna razón- ¿Qué quieres y porque estoy aquí contigo? ¿No vas a explicarme porque amanezco aquí?
Si decir absolutamente nada más Satoru dio un paso hacia el frente y me atrajo hacia si, enviándome en un abrazo con cuidado de no hacerme daño, Acaricio mi cabello y continuó susurrando mi nombre, nada más que mi nombre... Al estar así termine de seder, y llore y llore hasta que la camisa de Satoru estuvo llena de mis lagrimas y mis mocos.
El sonido de la construcción de al lado quedo lejos, así como el dolor y la angustia que allanaba mi interior, todo fue curando en lo que me llenaba de su calor y de compañía.
***
Volví a quedarme dormida pero esta vez al despertar Satoru me rodeaba con sus brazos, el todavía dormía, se había dormido con los zapatos puestos... Su cabello también se veía algo diferente por lo general este estaba limpio siempre y olía a shampu pero en ese momento se veía algo sucio (aunque seguía oliendo bien por algún motivo) razón que me hacía pensar que había pasado la noche en vela. Consintiendo su cabello me pregunté si había estado con Olivia esa noche, si se había quedado en su casa o si esta se encontraba durmiendo en el sofá en ese preciso momento. Quería que Satoru despertara para poder hablar con el, pero se veía tan cansado que no tenía corazón para despertarlo, intente volver a dormirme pero él hambre matador que tenía no me dejo, con cuidado de no despertarle me levante de la cama y salí para la cocina.
Al salir del cuarto me encontré cara a cara con Carter que por algún motivo estaba sin camisa, luego recordé yo misma el calor que tenía y todo fue más claro, este a diferencia de Satoru se me acercó corriendo y gritando mi nombre, me abrazo muy fuerte (tanto que mi brazo empezó a sangrar de nuevo) me dio vueltas y me dio un par de besos en la mejilla, empezaba a paniauearmw cuando Carter pareció "caer en cuenta" se alejó como un metro de mí y con la cara roja y mirando hacia la ventana se disculpó no sin antes echar otra mirada hacia mí.
Sin ponerle demasiada cabeza me acomode la camisa, naturalmente entre en zandugüeo los huecos de esta se movieron de tal forma que casi por completo estaba yo mostrándole mis "soy mujer " a Carter me sorprendió lo poco que me importó que me viera, igual ya había pasado varias veces y parte de mi cabeza seguía dando vueltas.-hace cuanto despertaste?- empezó a preguntar aclarándose la garganta- como te sientes? Ya viste a Toru?- se golpeó la frente- Obvio ya lo viste estaban los dos en el cuarto.
Yo me puse roja
-Esta durmiendo- dije mirando los pies de Carter, andaba descalzo pero pude ver que también tenía puestos los mismos pantalones que en las fotos, me proponía a preguntarle que había pasado cuando mi estomago sino estrepitosamente.
-Nos dijeron que despertarías con hambre- dijo Carter con una sonrisa y tranquilo camino hacia la nevera- Como ninguno de los dos tenemos idea de cocinar Toru compró el desayuno para cuando despertaras ¡Aunque ya son casi las 4:00 creo que está bien que desayunes!
¿Qué rayos?
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Y el es Satoru
Teen FictionOlivia Amado, o mejor dicho, Tatsuko era una chica que caminaba entre la muralla de la normalidad y lo que no era normal. Acostumbrada a hacer lo que las personas le pedían, no era especialmente amable, ni amargada. Solo una persona un poco mas flo...