Y el es Satoru

Y me volvi una ladrona

Siguiendo las tradiciones fuimos en bus a la casa de Satoru, Sarina ya se había cambiado de ropa (la había llevado a la universidad en un bolso aparte, era demasiado revelador para ir a estudiar con el, incluso para Sarina) un top rosa,una falda negra, llevaba medias de tiras negras y unas sandalias de plataformas rojas. Eso sin hablar de que se había planchado el cabello y las toneladas de maquillaje y relleno que llevaba.

Yo iba de negro, como siempre, estando en el lobby del edificio de Satoru lo primero que note fue que el guardia no nos pregunto absolutamente nada, eso me extraño hasta el momento en que caí en cuenta de la mner en la que el hombre de mediana edad miraba el trasero de Sarina.

-Ya habías estado aquí antes?- le pregunte una vez había decidió no decirle acerca del guardia, ya que si le decía solo lograría que se pusiera ridículamente feliz.

-Nop- dijo ella mientras se acomodaba el relleno del brazier, moviéndolo casi exageradamente, estábamos sentadas en un sofá dándole la espalda al guardia, Sarina miraba al frente donde había un pequeño espejo, al ver el reflejo de mi cuenta de que Sarina ya sabia que era observada- Consegui la dirección gracias a Cárter, aunque debo admitir que fue difícil que me la diera.

Dicho esto nos pusimos de pie, aun dándole la espalda a aquel hombre, Sarina dejo caer su lápiz labial rojo, antes de agacharse me pico el ojo. Vi la manera en la que el guardia casi se puso de puntitas para poder bien a mi amiga, empezaba a sentirme demasiado incomoda con el asunto, mía instintos feministas me gritaban que golpeara a ese hombre y que luego le diera una paliza a Sarina, por ser una desgracia para las mujeres.

-Amigo...-empezó a decir Sarina una vez se levanto- voy a visitar a mi novio, el vive en el piso 12.

-Van las dos?- pregunto el hombre pasandose saliva por los labios, solo miraba el eacote de Sarina, con un sabor algo amargo y molesto pensé que con "las dos" el no se refería a mi, en efecto el hombre ni me había mirado y eso estaba perfectamente bien.

Sarina apretó poco mas su escote, yo ya no quería mirar, era demasiado... denigrante oh buda.

-Voy sola- dijo- mi amiga ya se va, solo vino a ver que llegara bien, sabe? Vengo de sorpresa ... así que me gustaría que no llamara a mi novio... El cree que estoy fuera de la ciudad.

-Entiendo- dijo el sin dejar de mirar el escote de Sarina- Si una chica tan linda como tu quiere darle una sorpresa a su novio, no hay nada que me de mas gusto es saber que puedo ayudarla- dijo, y acto seguido se inclino hacia Sarina, pude ver como le susurro algo pero no alcance a escuchar. De todos modos su cara decía que no era nada bueno.

Sonriendo Sarina camino hacia el asensor, balanceándose todo lo posible.

-Ya sabes que hacer- me dijo seria.

Yo me limite a mirar, como había hecho desde que habíamos llegado al edificio.

-Oh- espeto mientras las puertas del adensor comenzaban a abrirse- Para que me diera la dirección de aquí... A Cárter le di la dirección de tu casa, y le prometí una cita contigo, Adiós.

Las puertas se cerraron y lo último que vi fue la sonrisa triunfal de Sarina y su cara de "diviertete amiga" lo cierto es que en ese momento estaba tan perturbada con el ambiente que no caí en cuenta de lo que me acaba de decir y siendo sincera no repare en ellos hasta varios días después.

-No deberías ser un poco mas como tu amiga?- escuche preguntar al guardia, me volvi en redondo y puse mi mano sobre la llave de la puerta, espere a que sonara el timbre que indicaba que el seguro habia sido removido y salí del edificio.

En ese momento cerré la puerta y cruze la calle a toda velocidad. En cuestión de minutos ya estaba en el piso doce del edificio de enfrente (que era un edificio abandonado) me senté frente a la ventana con los monoculares de la otra vez.