—O sea... que ha decidido que se quiere acostar conmigo. —Él asiente sin pudor. Ya es un avance—. ¿Y usted pone las condiciones? —Niega—. ¿Las pongo yo? —Asiente.
—Dentro de un margen.
—¿Y puedo saber qué ha equilibrado su balanza a favor del instinto?
—Que me has estado ignorando tres semanas, no despechada, sino simplemente conforme con el asunto, lo que define tus sentimientos como... ningunos, un gran alivio. —Medio sonríe—. Y, como ya he dicho antes, que he perdido la cabeza por ti. No sabía lo que era el sufrimiento físico hasta que he tenido que pasar por tu lado sin tocarte, y eso que la mayoría de mis recuerdos contigo venían de fantasías.
—La imaginación es un arma muy potente —comento. ¿Qué otra cosa puedo decir? ¿Que me bese? Esa no soy yo, además de que no estoy segura de querer que lo haga. Aunque me tiemblen las piernas, es un niñato inmaduro y caprichoso—. Sobre todo en su caso, porque acertó en su concepción sobre mí. Soy esa mujer hogareña de un solo hombre —confieso. Espero el brillo decepcionado en sus ojos, pero no hay nada de eso; él también puede hacerse con su escudo de indiferencia, algo que debo anotar. Seguramente lo necesite en un futuro a corto plazo—, pero no podrías ser ese hombre, así que no sé en qué posición me deja eso. Soy un punto intermedio, supongo... No soy ni lo que rechazas, ni lo que buscas.
—Por si necesitas encontrarte, ahora mismo eres mi obsesión —contesta sin vergüenza. Alguien debería decirle que un exceso de honestidad podría ser desagradable, pero para otros; ya sabéis que yo valoro la sinceridad, aunque incluya afirmaciones que me pueden girar el estómago. El hombre sabe jugar conmigo, eso es irrefutable—, así que has entrado en el grupo de lo que busco empujando al resto y forzándome con codazos y patadas.
—No soy tan violenta.
—Sé que no, pero me haces sentir de un modo violento, por lo que es lo mismo. No creo que puedas entenderlo, Adrienne. Dudo que lo hagas jamás —dice, bajando la voz. Incluso su mirada cambia, adoptando un cariz íntimo—. Pero algo tan sencillo como mirarte me produce un placer indescriptible. Antes de que te ofendas... Va más allá de que seas guapa. Es algo que hay en tus gestos, en ti, algo que no comprendo pero que me hace querer apartarte de lo que estés haciendo para llevarte conmigo, y también dejarte tranquila para maravillarme de lejos. Nunca me había pasado, y por eso hago la excepción. Solo porque no puedo apartar mis ojos de ti.
—Pues no sé cómo decirte esto, Leon, pero... Aunque nunca llegue a enamorarme de ti, no voy a ofrecerme en bandeja. Respeto a las que son capaces de desnudarse delante de hombres que conocen de poco tiempo, pero yo necesito tener confianza y quererlo de veras. Y según he entendido, pretendes pasar unas horas conmigo. Ahí hay un conflicto —recuerdo—, porque no voy a adaptarme a tu única noche para complacerte. Eso no me complacería a mí en lo más mínimo, y entenderás que primen mis intereses en estas cosas.
—¿Crees que no podría complacerte en una noche?
—Antes de que te pongas a llorar... No, no es eso. Estoy segura de que podrías hacerlo, porque soy físicamente consciente de lo que haces con muy poco. Pero al día siguiente no me sentiría bien conmigo misma.
—¿Te sentirías sucia?
—Es algo más complejo que eso. No me dan miedo los hombres, ni he vivido ninguna experiencia traumática, y tampoco tengo complejos sobre mi cuerpo. Simplemente... —Echo un vistazo a mi alrededor, buscando en el aire la respuesta definitiva—. Es algo que concibo como un momento de intimidad, unión, complicidad... No necesitaría estar enamorada para hacerlo, pero por lo menos partir de una base de confianza.
Él asiente muy despacio.
—Solo has tenido sexo estando enamorada.
—No se reduce solo a eso... —suspiro, dándome por vencida. Nunca lo va a comprender—. Es difícil. Pero sí, me he acostado con una sola persona, y la quería.
![](https://img.wattpad.com/cover/105613556-288-k515083.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuatro veces tuya
RomanceUna reacción alérgica, una limusina y una corbata atada en las muñecas. Así comienza el largo proceso de sublimación que Leon habrá de llevar a cabo para derretir a la gélida Adrienne. Adrienne Saetre lo tiene todo para formar parte de un ambicioso...