Capitulo XXI: LH

187 25 2
                                    

<<La vida es dura pero... Si no fuera dura ¿seria vida?>>
Rousses

Viktor se encontraba esperando a que Yuri terminara de cambiarse para poder salir.

Ahora ya tenia la canción que bailaría y le gustaba, le gustaba porque reflejaba lo que Yuri había pasado antes de que lo conociera.

-Espero y no te aproveches de mi hermano- hablo Mari.

-Mari, ¿De que hablas?- estar acompañado de ella le resultaba incomodo.

-Ya lo sabes, Yuri puede ser muy ingenuo a veces pero yo no - se acerco frunciendo el ceño - y si te pasas de listo con mi hermano conocerás mi furia-

Viktor solo suspiro ya habían tenido esa misma conversación diez veces en media hora que esperaba.

-No me aprovecharé de él, ¿Tú me creerías capaz?- observo que iba a hablar- mejor no me respondas.

-Te creo capaz desde que los vi en ese momento-

-Te dije que no me respondieras - sonrió y suspiro- pero te prometo que no me aprovecharé.

-Estas advertido, Viktor, tocas...- fue interrumpida por la voz de su hermano.

Yuri vestía unos pantalones sueltos negros en conjunto con una camiseta gris y unas zapatillas.

-¿Sucede algo?- hablo el omega al ver a los dos alfas.

-Nada solo ten cuidado Yuri- hablo su hermana.

-No tienes porque preocuparte voy a ir con Viktor- sonrió.

-Eso es lo que me preocupa en si- susurro.

Viktor solo la miro y se acerco a abrazar al omega, sintiendo el aroma de su omega, se aferro mas al omega.

Seguiría así sino fuera por una tos fingida. Mari definitivamente quería que se separaran.

-Bien ¿se van a quedar ahí o ya se van?-

-Nos vemos, Mari-

Ambos se despidieron de la alfa, Mari solo pudo suspirar tratando de olvidar aquella ultima frase de ese hombre. "A pesar de todo, eso los destruyo. Alfa y omega sufrieron esa unión".

-Eso no va a pasar esta vez, Yuri sera feliz. Eso me encargare yo- hablo a la nada.

Despues de despedirse ambos decidieron seguir con su cita, uno mas ansioso que el otro.

Caminaron, conversaron. Viktor quería que Yuri se desestresara con todo respecto a la elección de la canción.

Su omega pelinegro había estado ofuscado con todo respecto a la elección de la musica y sus repetitivos rechazos a lo que escogía, sabia que en parte era su culpa pero quería que su omega diera lo mejor de si con algo que realmente ame.  

Además este relajamiento también servía para lo que tenia en mente.

Caminaron hasta bastante tarde mientras conversaban y reían de algunas cosas, ambos ya habían cenado por lo que ahora solo se divertían.

-Yuriii- sonrió - ¿Quieres patinar?-

Yuri acepto y se dirigieron al Ice Castle después de todo tenían las llaves. Sabia que Yuri no se negaría, ambos compartían ese amor por el patinaje artístico.

Al llegar Viktor empezó con su sorpresa.

(…)

Odiaba tener que correr y justo ahora era lo que debía hacer.

Nacer siendo omega fue una de las sorpresas mas grandes, creyó que seria un alfa. Un alfa capaz de ayudar a Abdon.

Vaya decepción se llevara su hermano al saber en que casta había nacido.

-¡Ey! lindura no deberías de huir, nosotros podemos ayudarte- escucho las voces de los alfas en el callejón.

Estar en celo, ser un omega y no tener supresores a mano hacían una buena combinación al desastre eso lo sabia.

Necesitaba escapar, ya había huido una vez de ellos tenia que apresurar el paso.

Lastimosamente sabia que los alfas eran mas veloces que un omega por lo que uno de esos alfas lo atrapo.

Lo jalo y lo pego a su cuerpo, aquel alfa empezó a soltar sus feromonas, sabia que un omega en celo necesitaba de las feromonas de su alfa para sentirse seguro y cómodo con quien pasaría su celo.

Este caso no era así, no cuando ni siquiera conocía a ese tipo y definitivamente no cuando ese aroma le causaba asco.

¿Debería de rezar para que alguien lo salve? Seria irónico pedir que el altísimo lo ayude.

Sintiendo como tocaban su cuerpo se obligo a volver a la realidad y tratar de sacarse de encima al alfa, su celo se estaba empezando a ser mas fuerte y eso lo preocupaba.

Pateo con todas sus fuerzas pero al no ser suficiente no pudo alejarlo.

El omega solo pensó que eso era un castigo tal vez el castigo por no haber ayudado a su hermano o tal vez el castigo de su líder por no haber matado a aquel ángel.

Estaba a punto de rendirse, vaya que lo iba a hacer sino fuera por aquel aroma que sintió.

Lo que hizo que pataleara con mas fuerza, golpeo un poco al alfa pero fue suficiente para poder quitar la mano que tenia en su boca, suficiente para poder gritar.

Grito como nunca lo había hecho incluso podría jurar que rasgo su garganta pero no le importaba.

Los brazos del alfa se alejaron de él dejándolo caer estrepitosamente aun así prefería el suelo frío a esos alfas.

Su cuerpo empezaba a lubricar mas y eso era detonante que su aroma se insentificara pidiendo por alguien a su lado, feliz o infelizmente nadie llego, al contrario escucho gritos.

Gritos de dolor, gritos de perdón y otras clases de gritos, quiso saber que pasaba pero su cuerpo ya no podía mas, su cuerpo esta empezando a ser dominado por sus instintos.

Cuando cesaron los gritos el cuerpo del omega no podía mas, con dolor por el celo su cuerpo estaba a punto de colapsar.

Fue ahí donde observo unos hermosos ojos verdes, tal vez eran alucinaciones o tal vez era la realidad aun así no le importó porque sabia que podía confiar en él.




SACRILEGIUM-| YURI ON ICE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora